No importa qué bien te refuerces, ni qué tan bien tus jugadores muevan el balón. Comete un error ante equipos brasileños y lo pagarás caro. Siempre es así, como si el fútbol se hubiese creado con esa regla adjunta.

Lo ha sufrido la Selección. También equipos chilenos a lo largo de la historia. Y ayer fue el turno de la U. de Concepción, que ante Vasco da Gama quedó prácticamente eliminada de la Copa Libertadores simplemente por no saber lidiar con el nerviosismo, por no estar a la altura de una competición que desnuda todas las falencias del fútbol criollo... en definitiva, un 0-4 que se establece como una cachetada de dura realidad.

A los 3' ya caían en el Ester Roa. Constituía la primera llegada del club carioca. Desde un lateral, una seguidilla de tacos y pases de primera descolocó a toda la zaga del Campanil. Se creó un espacio que dejó solo a Evander, que con un preciso pero potente disparo, batió al portero Muñoz.

Demasiado castigo para un plantel con buenos jugadores, que con el paso del tiempo se apoderó del partido y desplegó su juego de buena manera. No obstante, también fueron demasiadas las equivocaciones.

A lo 16' otro yerro sellaría el partido. Los de la Octava Región habían adelantado sus líneas en busca de la paridad, por lo que Muñoz estaba situado en mitad de su propio campo. Tras el pase de un compañero, el Tigre despeja, aunque Andrés Ríos se interpone y bloquea la trayectoria con la mano. El colegiado no se percata, mientras el balón queda servido para Evander, que desde media distancia convierte el 0-2 ante un portero que, por estar fuera del área, no puede intervenir con las manos.

Por mucho que los de Francisco Bozán mejoraran, la defensa visitante se tornó impenetrable. Santiago Silva sí que constituyó una molestia para la zaga contraria, mas nunca un peligro real. Durante la primera mitad, De la Fuente tuvo gran participación con certeros centros que el 9 de la UdeC nunca pudo llevar a buen puerto. Pedro Morales, con algunos buenos pasajes, tampoco logró desequilibrar.

Es cierto que a los 38' se anuló erróneamente un gol a Silva tras un excelente pase de Droguett, no obstante, la posterior cantidad de ocasiones desperdiciadas confirmaban de que el conjunto universitario hipotecaba su clasificación más por imprecisiones propias que virtudes ajenas.

Ya en el complemento, con algunos cambios realizados por Bozán tanto en defensa como en mediocampo, los del sur volvieron a situar a Vasco en su propio campo. Ahora era por la banda derecha donde sacaban ventajas, con Huentelaf centrando a Silva. Pero, si bien el 9 se situaba correctamente, no lograba conectar ningún remate.

Lo que vendría después sería un papelón. Otro error de Muñoz, que no pudo agarrar un balón inofensivo, permitió que Pikachu definiera a placer (79'). Y solo tres minutos después, en un contragolpe letal, Rildo terminaría de definir no solo el partido, sino también la llave.