El mejor golfista chileno de la historia se coronó campeón del Abierto del Club de Polo. Con una sólida actuación, algo que repitió a lo largo del torneo, Joaquín Niemann firmó una última ronda sin errores y, con una tarjeta del día de -7 que dejó en -15 su acumulada, se quedó cómodamente con el título de la competencia que se disputó en el recinto de Avenida Santa María, ratificando su favoritismo y exhibiendo la jerarquía que lo llevó a la élite de la disciplina. Simplemente el número uno nacional.
Joaco no sobresalió demasiado en los primeros nueve agujeros, aunque, al igual que en todo el sábado, no registró tropiezos. En la cuarta bandera, el talagantino se anotó con su primer birdie del día para recortarle un tiro al par del campo para llegar a la segunda ronda con una leve ventaja. Todo estaba en sus manos y el nacional lo sabía. Y en casa, mucho menos quería dejar escapar la posibilidad de festejar.
Fue por eso que en los últimos hoyos mostró su mejor nivel, con un desempeño de lujo. Logró seis golpes bajo el par en los agujeros 10, 11, 12, 14, 17 y 18, para completar así una jornada de ensueño y amarrar el trofeo. Un cierre a lo grande para Niemann, que volvió a dejar en claro el por qué es considerado el mejor de todos en su país. Una actuación para enmarcar.
Joaco venía de una brillante primera ronda y una correcta segunda jornada. En el debut, resaltó con 10 birdies y tres bogeys que poco empañaron una presentación en la que logró sacar una ventaja importante en el arranque de la competencia. Pese a que el viernes no estuvo tan fino, aún así embocó dos tiros bajo el par y un bogey. Su impecable juego del sábado, eso sí, le hizo eludir cualquier contratiempo en la lucha por la corona.
El nacional con mejor desempeño en el torneo detrás de Niemann fue Cristóbal Del Solar, que concluyó en el tercer puesto, con -8, mismo registro que el norteamericano Matthew Oshrine. El segundo lugar, en tanto, fue para el brasileño Rodrigo Lee, que completó el certamen con -10. Mito Pereira, por su parte, tuvo una destacada última ronda y, con siete birdies y bogey, escaló al quinto puesto, donde cerró con -7.
Así, Joaco, con tan solo 22 años, sumó un nuevo título a su vitrina personal. Uno que seguramente será recordado con un sabor dulce, al haberlo conseguido en suelo nacional. Un envión anímico importane antes de que regrese al PGA Tour. En su casa, nadie pudo contra Niemann.