Campeones de América: El discreto regreso de los repatriados al torneo nacional

Con el regreso de Mauricio Isla a Universidad Católica, el club que lo formó, pero en cuyo primer equipo no había debutado, son trece los jugadores campeones de América, en 2015 y/o 2016, que han retornado a jugar al Campeonato Nacional después de levantar el título continental. Diferente es el caso de Jean Beausejour, quien ya jugaba en Colo Colo cuando logró la corona.

Los números no mienten. Dispares rendimientos, pero un discreto promedio de menos del 40% de los minutos jugados entre el torneo local y las copas internacionales. Algunos fueron campeones, pero pocos lograron refrendar el esfuerzo que hicieron los clubes para su reintegro al certamen criollo.

El Enano de la Providencia, monarca de la Copa de América jugada en Chile, se fue de la Fiorentina de Italia para firmar por Santiago Wanderers, en julio de 2015, con 35 años. Sin embargo, solo pudo jugar 8 de los 30 partidos con los caturros. Una rotura fibrilar, desgarros y hasta un fractura impidieron mejorar su rendimiento. Se fue del puerto en julio de 2016 y en enero de 2017 fichó por la U donde alcanzó más regularidad y logró el Clausura de ese año. En total, solamente disputó el 35,5% de los minutos de sus equipos, con seis goles anotados y ocho asistencias.

Campeón en los dos títulos internacionales de la Roja, el zaguero central se vino de Mainz 05 de Alemania a la U, su gran amor, en enero de 2016, cuando aún no cumplía los 31 años. Jugó dos años con los azules, período en el que logró solo una corona: el Clausura 2017. En 2019 se marchó a Estudiantes de La Plata y luego jugó temporada y media en el fútbol mexicano. En septiembre del año pasado firmó por Unión La Calera donde estuvo tres meses, antes de fichar en Coquimbo Unido, donde hoy juega. Es uno de los que más actuó: 58,6% de los minutos totales en los respectivos equipos chilenos.

En junio de 2017, Colo Colo dio el golpe de mercado y logro repatriar a Jorge Valdivia desde Al Wahda de Emiratos Árabes Unidos, tras la ganar la Copa América de 2015. El volante volvía al club que lo formó con 33 años de edad. Después de dos años y medio, el Mago levantó un título nacional, una Copa Chile y dos títulos de la Supercopa; aunque jugó 53 de los 82 partidos en ese ciclo. En enero de 2020 se marchó a México para regresar a fines de año al Cacique donde jugó apenas tres partidos. Meses después ficho por Unión La Calera sin mayor eficacia. Desde su retorno, el mediocampista jugó el 44,1% de los minutos en sus equipos, con 6 goles y 14 asistencias.

Siempre a mediados de 2017, si los albos trajeron a Valdivia, Universidad de Chile no se quedó atrás y fichó a Mauricio Pinilla, procedente del Genoa italiano, con 33 años. En un año con los azules, el artillero no logró títulos, pero jugó más de la mitad del tiempo y marcó 14 goles, el último gran artillero del club. Tras una polémica salida en julio de 2018, el ariete estuvo un semestre y luego fichó en Coquimbo Unido, club en el cual se retiró el año pasado, tras una serie de lesiones. En su último regreso, Pinigol acumuló un 39,2% de los minutos, claro que con 21 goles y 4 asistencias.

Llegó como uno de los grandes precios de los azules en agosto de 2018, con solo 24 años, pero un gran bagaje en Inglaterra, España, Croacia y México. En ese segundo semestre respondió con 4 goles y dos asistencias en nueve de 12 de partidos. Y aunque no tuvo grandes lesiones, a medida que pasaron los partidos fue perdiendo su condición de titular. Antes de fichar por Fortaleza, en julio de 2021, disputó 59 de los 84 partidos con la U, un total de 45,1% de los minutos con un registro de 13 goles y 3 asistencias en tres años.

En enero de 2019, Universidad Católica consigue el préstamo de Edson Puch, el delantero que logró la Copa Centenario con la Roja en 2016 volvía otra vez a Chile después de una millonaria carrera en México, con 32 años de edad. Un año más tarde, el mismo club cruzado logró la contratación definitiva del puntero izquierdo quien se consagró como el mejor retornado de la lista. En tres años, el iquiqueño levantó seis títulos: tres campeonatos nacionales y tres versiones de la Supercopa. El ex delantero del Pachuca mexicano jugó el 59,8% de los minutos entre el equipo de la franja y su fugaz paso por Iquique, donde se retiró hace tres meses. En ese periodo, el ex Necaxa azteca marcó 14 anotaciones y brindó 11 asistencias.

En agosto de 2019, el Gato (bicampeón de América con la selección nacional) regresaba desde Independiente de Argentina al cuadro que lo formó: Universidad Católica. Tenía 33 años. Apenas llegó, sufrió una fractura de tibia y peroné que lo tuvo más de 200 días fuera de las canchas. Problemas musculares y un nuevo paso por el quirófano remataron el aciago paso del volante en su segunda etapa en San Carlos de Apoquindo. En septiembre del año pasado decidió retirarse de la actividad con 800 minutos en 26 de 78 partidos posibles con la camiseta de la franja. Un tricampeonato y una Supercopa aumentaron su palmarés, todo a pesar del escaso 11,3% de los minutos disputados.

Colo Colo logró el retorno del talentoso volante para el torneo 2020, con 33 años de edad, después de que se desvinculara del Necaxa mexicano. En esa temporada, la misma del inicio de la pandemia del Covid 19, el campeón de la Copa América 2015 vivió en carne propia el fatal torneo que tuvo a los albos al borde del descenso, con severos problemas dirigenciales y deportivos. Jugó 21 de 41 partidos y en marzo se fue a La Serena donde logró un poco más de regularidad. Esa es la camiseta que defiende hoy con 36 años. En general, el regreso no fue el esperado, ya que el Mati ha estado en el 30,7% del tiempo en sus equipos, con una producción global de 3 goles y 6 asistencias.

Aunque nunca había jugado en el fútbol nacional, el lateral nacido en Suecia y campeón de América con Chile en 2015 tuvo la oportunidad de hacerlo cuando Colo Colo logró contratarlo para el torneo 2021, ya con 30 años edad. Sin embargo, las constantes lesiones impidieron que el ex Hannover 96 de Alemania lograra un puesto en el cuadro de Gustavo Quinteros. En rigor, solo jugó nueve partidos, un total del 12,6% de los minutos posibles entre el torneo nacional y la Libertadores. Después de menos de un año se marchó al Vejle danés.

En marzo de 2021, Universidad Católica logró repatriar al volante desde Kansas City de la Major League Soccer del fútbol norteamericano. El campeón de la Copa América de 2015 arribó con 30 años de edad al club que lo formó futbolísticamente. Una lesión de rodilla lo hizo debutar más tarde en el ciclo del técnico uruguayo Gustavo Poyet, pero nunca convencer del todo al adiestrador charrúa. Tras su salida, el ex FC Twente de Holanda encontró más eficacia con Cristian Paulucci, suficiente para lograr el título del año pasado. En su retorno, el mediocampista ha conseguido jugar el 47,4% de los minutos del cuadro de la franja, con una apreciable marca de seis conquistas e igual número de asistencias.

En julio del año pasado, tras pasos por Celta de Vigo en España e Independiente de Argentina, el Tucu regresó a O’Higgins después de siete temporadas fuera de Rancagua, donde logró el único título nacional del equipo. En 2021 solo estuvo en siete partidos con el elenco celeste. Sin embargo, la llegada de Mariano Soso en este 2022 le ha dado la titularidad plena al mediocampista campeón en la Copa Centenario 2016. Pese a todo, ha sumado el 51,7% del tiempo en su retorno a la región que le da el nombre al club, con cuatro goles y dos asistencias a su haber.

Campeón de la Centenario 2016, el Histórico regresó a jugar a Chile en septiembre del año pasado, luego de su fichaje por Universidad Católica. El delantero volvía al país a los 35 años de edad, tras la impresionante marca de 288 partidos jugados solo por LaLiga. Sin embargo, el cartel del delantero no convenció al técnico Cristian Paulucci, quien lo tuvo en el banco de suplentes la mayoría del tiempo, entre finales de 2021 y principios de 2022. El interinato de Rodrigo Valenzuela y el regreso de Ariel Holan le han dado mayor continuidad al ex Valladolid de España. En rigor, ha disputado el 19,9% de los minutos de los cruzados.