La fila en la que salen los jugadores de Bolivia desde el sector de camarines del Estadio Nacional contrasta radicalmente con la da los chilenos. En los rostros de La Verde hay alegría. La razón es obvia: han conseguido un triunfo histórico, que pone fin a un eterno derrotero en las visitas a Santiago.
Luis Haquin, el capitán de la escuadra de Óscar Villegas, refleja esa sensación de felicidad. En su caso, sí, se mezcla con la mesura. No porque intente disimularla. Sus expresiones dan cuenta de un genuino respeto por el rival que tuvieron enfrente. Sus palabras confirmarán la valoración que el zaguero del Ponte Preta, de Brasil, le asigna a la victoria en Ñuñoa.
“Es gratificante”
Haquin está contento. “Es importante ganar de la manera que lo hicimos”, dice, inicialmente. Y luego, refuerza la idea de que no se trata de una victoria cualquiera. “Rompimos una racha de 30 años. Chile es una gran selección”, puntualiza, precisamente dando cuenta del doble mérito que le asigna al triunfo que acababan de conseguir. La victoria, de hecho, resonó en toda Sudamérica.
El defensor es siempre respetuoso. De hecho, alude al impulso que puede significar la victoria sobre la Roja. “Es una lección. He visto selecciones que no pasan por buenos momentos, pero nunca dejan de creer”, destaca. Una situación, eso sí, lo inquieta. “Es una pena lo de Carlos Lampe. Es un referente. Hemos crecido con jugadores como él”, resalta.
Luego, entra en la valoración específica de ganarle a Chile. “Es gratificante ganar en Santiago. Chile es una grandísima selección. Es un momento soñado, pero no hemos ganado nada todavía”, sostiene antes de aludir a las críticas que ha recibido su equipo y a un factor clave que también genera controversia. “Las críticas las acepto, pero se tiene que jugar donde se vive. Nos tocó esto. Tenemos que decidir nosotros. Después, la altura no juega sola”, establece.
Sin rencores
El defensor evade la consulta de El Deportivo respecto del gol de Eduardo Vargas, con Lampe tendido en el suelo después de una lesión de la que luego se comprobaría la gravedad. “No voy a dar una opinión. Si Eduardo decidió eso, es totalmente respetable. Eduardo decidió reaccionar de esa manera. No hay problemas”, enfatiza.
Finalmente, se reenfocó en la victoria que acababan de conseguir. “Si seguimos trabajando y soñando, lo vamos a conseguir. Rompimos una racha de 30 años con una selección bicampeona de América. Es gratificante”, sentencia.