La capitana de la selección femenina de fútbol de Estados Unidos, Megan Rapinoe, rechazó de antemano visitar la Casa Blanca tras el Mundial de Francia. "No iré a la puta Casa Blanca", afirmó al medio estadounidense Eight by Eight.
"De ninguna puta manera vamos a ser invitadas", aseguró la futbolista de 33 años, quien es contraria a la política del gobierno de Donald Trump. "No conozco los patrones de votación de todos en nuestro equipo, pero espero que nadie votara por él", afirmó.
Estados Unidos es el único país no europeo presente en los cuartos de final del torneo de Francia. La capitana de las actuales campeonas del mundo manifestó que Trump "trata de evitar invitar a un equipo que podría declinar. O, como lo hizo cuando los Warriors lo rechazaron, que afirmó que no habían sido invitados en primer lugar".
Cuando la selección estadounidense realizó la ceremonia del himno nacional antes del encuentro frente a España, la capitana del equipo no cantó ni se llevó la mano al pecho. "No es apropiado lo que ha decidido hacer Rapinoe", opinó Trump. La jugadora calificó su actuar como una "protesta ambulante" contra el gobierno norteamericano.