Hace más de una semana, el béisbol dio inicio a los Juegos Panamericanos. Aun no era el día de inauguración, pero en Cerrillos ya se vivían días distintos por Santiago 2023. La selección chilena de la disciplina daba el vamos el 18 de octubre. Fue por una contundente caída, ante México, por 16-0. Un resultado que responde a la evidente distancia que existe en el desarrollo que ambos países tienen en el deporte del bate y la bola.
Luego de sucumbir ante los aztecas, Chile perdió contra Panamá (0-6), República Dominicana (2-12) y Venezuela (0-7). Se trata de una actividad que en Centro y Norteamérica tiene un nivel exponencial. En el país, en tanto, va en crecimiento. La inmigración ha ayudado en la aparición del béisbol. Así lo decían antes de la competencia.
“Creo que la migración ha sido importante en el desarrollo. De hecho hay varios de nuestro equipo, que obviamente ya son chilenos, pero que tienen descendencia cubana y venezolana”, contaba Cristóbal Hiche, quien anuncio su retiro tras el megaevento, a La Tercera.
La imagen de Chile en el béisbol internacional es escasa. Sin embargo, algunas comitivas quedaron sorprendidas con lo que presenciaron en Santiago. “Cuando venía para acá, pensaba que aquí no habría nada. Que no era un deporte de prioridad. Me consta que aquí existe gran fanatismo por el fútbol. Pero fui a ver a niños y me sorprendió ver a tantos muchachos jugando”, señala Emanuel Rangel, coach de tercera de la selección de México, a El Deportivo.
Además de formar parte del cuerpo técnico del combinado norteamericano, Rangel ha construido una destacada carrera como captador de talentos en el beisbol. En Chile reconoce que la inmigración es un elemento fundamental en la práctica de este deporte. “Hay muchos jóvenes de nacionalidad venezolana que tratan de que se acerquen niños chilenos a jugar. Hacen un gran esfuerzo, porque no cuentan con recursos y aquí hay solo una cancha. La mayoría se limita a intentar adaptar campos de fútbol”, explica.
“El béisbol es un deporte que en otros países se practica más. Cuando la gente de afuera llega a Chile no quiere perder sus tradiciones y por eso juegan. Y buscan acercar a la gente que es de aquí”, complementa.
Para Rangel, eso sí, el recinto ubicado en Cerrillos puede ayudar durante mucho tiempo. “Es un estadio bien elaborado. Hicieron dos y si los utilizan para seguir practicando, serviría mucho para masificar este deporte”, dice.
Las claves de crecimiento
El mexicano analiza la participación de la selección chilena sin entrar en el detalle de los nombres. Asegura que a nivel colectivo este debe ser un punto de partida. “Solamente jugamos una vez contra ellos. Es difícil evaluar un jugador así, pero creo que hicieron un buen evento. Pese a no clasificar, van a seguir mejorando con el tiempo”, sostiene.
En esa línea, entrega las claves del crecimiento. Cuenta que en su paso por Santiago tuvo la oportunidad de conocer a personas que buscan masificar el béisbol. “Deben encontrar entrenadores que instruyan a los niños. Conocí a unos cuantos. Es posible acercar este deporte a la infancia. Hay que hacerle más publicidad para que lo practiquen. Así entenderán desde pequeños que se pueden divertir en esto”, relata.
El profesional indica cuales son las edades ideales para que en el futuro mejoren los resultados dentro de la disciplina. “Para tener un mejor nivel hay que comenzar desde abajo. Si comprenden el deporte de jóvenes, subirán el nivel. La edad adecuada para iniciarse es entre los 8 y los 10 años. Desde ahí irán elevando su rendimiento”, explica.