Caputto pasa al ataque

Hasta la llegada de Hernán Caputto a la banca de la Baby Roja, Chile llevaba 20 años sin acceder a la fase final de un Sudamericano Sub 17. En 2017 el ex arquero cortó la magra racha y ahora, dos años después, está a solo un punto de conseguir lo mismo. Los estilos en uno y otro certamen, eso sí, muy disímiles entre sí. El DT se transformó.

Pasa que el estilo en extremo conservador (aunque efectivo) que mostró en 2017, donde nunca logró marcar más de un gol por partido (ganó cinco duelos por la mínima y tuvo dos empates 1 a 1), ha mutado a uno con el arco rival más presente.

El Mundial de India en 2017 marcó al entrenador. Se dio cuenta de que debía cambiar. Dar un paso adelante. Porque ahí, aplicando el mismo estilo conservador que lo llevó a clasificar a la cita, le provocó sumar apenas un punto. Y sin convertir goles en todo el campeonato: 0-4 ante Inglaterra, 0-3 frente a Irak y 0-0 con México.

Ahora la cosa cambió. No diametralmente, pero cambió. No por nada ha marcado cinco goles en tres partidos, a la espera de enfrentar hoy al colista Bolivia, contra quien solo basta una igualdad para acceder al hexagonal final que da boletos para el mundial de la categoría que se disputará en Brasil (sin la joya Tapia, eso sí, sancionado).

Es cierto que ante Ecuador se dejó ver muy temprano el Caputto del Sudamericano pasado, cuando cerraba rápidamente los partidos. Hoy, algo ha cambiado. Hay señales de mirar más el arco rival que cuidar el propio.

Aunque el esquema 4-4-2 que a veces utiliza, aunque parezca cauteloso, consider a volantes que acompañan con criterio las jugadas ofensivas. No por nada Luis Rojas y Gonzalo Tapia (en dos oportunidades), viniendo desde más atrás, han llegado al gol.

Llegó el día D para la Baby Roja. Esta noche, ante Bolivia, necesita que el estilo más ofensivo que ha intentado impregnar Caputto se vea reflejado en cancha. Un triunfo deposita inmediatamente a Chile en la siguiente fase. Y le daría un impulso anímico importante para intentar clasificar al Mundial. Pasan los cuatro primeros del hexagonal final (o cinco, si Brasil queda entre los cuatro primeros).