Esperanza. Ésa es la sensación que se vive dentro del camarín de Everton ante el imposible que tiene por delante. El duelo de vuelta de la primera fase de la Copa Sudamericana, ante el Caracas, a domicilio, y con un resultado adverso de 1-2 que se traen de Viña del Mar. El conjunto de Vitamina trabaja el milagro en Barquisimeto desde la misma noche del domingo.
El partido de ida fue el de la condena de Eduardo Lobos, que perdió el arco titular desde entonces. Su grosero error en el minuto 76, que significó el empate provisional venezolano, agotó la paciencia del técnico, que cedió el puesto desde entonces a Figueroa. Y así seguirá también esta noche en búsqueda de la proeza.
En Everton dicen haber cambiado la página del desastre de la ida y estar convencidos de la revancha. "Vamos con la tranquilidad para darlo vuelta. Ellos no mostraron muchas variantes ofensivas en Sausalito, pero supieron aprovechar nuestros errores", comenta Gustavo Dalsasso, histórico portero del equipo viñamarino, y hoy asesor de Everton.
"Si Sánchez sigue la misma lógica, debería ser Leonardo el arquero titular; no creo que cambie", añade Dalsasso, quien apunta que lo más probable es que esta noche salga el mismo equipo que el viernes pasado derrotó a San Luis.
Ayer en la tarde los dirigidos de Vitamina tuvieron su última práctica. La presión recae sobre Everton, debido a la pobre actuación de los equipos chilenos en los torneos internacionales en lo que va del año, que en su totalidad suman un sólo triunfo en los últimos 18 partidos.