Carlos Astroza (41) regresó a Chile feliz. El juez asistente volvió de Rusia con buenas sensaciones. Terminó siendo protagonista en la Copa del Mundo, como uno de los que más participó en la aplicación del VAR. Estima que la experiencia es indeleble, y en diálogo con La Tercera, repasa su travesía por el Mundial y defiende al arbitraje chileno.

¿Qué fue lo más destacado de su paso por Rusia?

La experiencia. Única y gratificante. Provechosa en todo sentido. Es algo que, como profesional del fútbol, lo voy a llevar hasta que me muera. Impagable.

¿Cómo recibió este repentino protagonismo?

No fue algo que preparara con anticipación. Sí hubo mucha preparación con todos los asistentes. Se hicieron pruebas en cancha y salieron buenas. Vieron aptitudes en mí. Al hacer las pruebas, la gente a cargo estimó que era útil ahí. Además tengo facilidad con el idioma. Eso igual influyó.

Pero terminó haciendo algo que no era a lo que fue...

No lo niego. Uno, como deportista, quería estar en la cancha. Mentiría si dijera otra cosa. Pero somos un equipo y, en ese sentido, hay que aceptar las decisiones técnicas. Me tocó jugar en esta posición y lo hice con el mayor profesionalismo. Lo veo como un paso más en mi carrera.

¿Por qué no hubo mayor participación de Bascuñán, por ejemplo? ¿Es el nivel del abritraje chileno? ¿Falta de apoyo dirigencial?

No tiene que ver con el nivel. Hay que separar las cosas. Estamos bien mirados a nivel internacional. Tampoco es por falta de apoyo político. Fue un tema técnico y hay que aceptar esas decisiones.

Terminó siendo usted el protagonista chileno en Rusia...

Fue una circunstancia especial. Se dio así. El VAR generó mucha expectación, sí, pero no opaca la labor de todo el equipo.

¿Y cómo era específicamente el trabajo en la sala de videos?

Nada complejo. Con la dificultad de tener que ser muy preciso y detallista. Pero lo difícil son las decisiones y eso siempre correspondió al árbitro. El VAR entrega información adicional para esta toma de decisiones. Este sistema es, finalmente, un seguro de vida... Para que el árbitro tenga la certeza de que no hay fallos.

¿Se daban muchas discusiones entre los asistentes? ¿Cómo era el proceso?

No vi discusiones. Se intercambiaban opiniones. A mí me tocaban los fueras de juego. Decía 'esta me parece, esta no'. Ahí era el jefe el que decidía. Y él era el único que se comunicaba con el árbitro. Entre todos nos complementábamos para ayudar al juez.

¿Qué concluye de todo esto?

La experiencia. Provechosa en todo sentido. Ahora espero volver a estar en la cancha. No cambio eso. Pero el VAR llegó para quedarse. Y la conclusión es que es positivo. Seguro en el mediano plazo estará en muchas ligas del mundo, incluida la chilena.