El 25 de abril de 1936 nació Leonel Sánchez. El zurdo fue una de las máximas figuras del fútbol chileno. En la Selección, de hecho, fue una figura consular: se consagró como el goleador de la Roja que, de la mano de Fernando Riera, consiguió el tercer puesto en el evento planetario que se disputó en Chile. Con cuatro tantos, además, se convirtió en el máximo artillero del certamen, junto a otros ilustres: los brasileños Garrincha y Vavá, el húngaro Florian Albert, el soviético Valentin Ivanov y el yugoslavo Drazan Yerkovic. Solo ese dato valida su trascendencia histórica.
Sin embargo, el máximo recuerdo sobre su figura está puesto en el sitial que tiene en Universidad de Chile. Pieza clave en el recordado Ballet Azul, Sánchez es considerado el mayor ídolo histórico del club laico. Una figura que, a dos años de su deceso, sigue inspirando respeto y recuerdos.
El homenaje y la explicación
Carlos Caszely es el máximo ídolo de Colo Colo. Al menos, para muchos fanáticos del equipo popular. Los albos son el archirrival de la U, pero el Rey del Metro Cuadrado prescinde de esa consideración. Ni siquiera pensó en ella cuando lo llamaron para rendirle tributo a un amigo. De Sánchez habla como ‘el viejo’. También lo ha descrito como su hermano mayor.
“Me llamaron de la U para pedirme unas palabras para Leonel. Y les pregunté por qué yo”, revela. La respuesta desde el club laico no le dejó más opción que aceptar. “Me dijeron que el homenaje era de leyenda a leyenda. Dije inmediatamente que sí”, revela a El Deportivo.
Sostiene, además, que participó en el tributo con total agrado. “Éramos muy niños cuando se jugaba el Mundial del 62, aquí en nuestro país, en Chile. Estábamos sentados bajo un parrón, mirando el partido que se realizaba en Arica, Chile-Rusia, cuando de repente hay una falta en la entrada del área. Se para Leonel Sánchez. Pierna externa, borde externo y le hace un gol mágico a Lev Yashin, el mejor arquero del mundo en ese momento”, evoca, de hecho, en el registro audiovisual en que su figura es retratada junto a la del mítico Leonel.
El mensaje
A Caszely le agrada la recepción que ha tenido la intervención. En las redes sociales, espacio que habitualmente se convierte en una trinchera, ha sobrado el respeto. “Ojalá que se lo tomen en buena. Es un mensaje de cariño, de respeto. Me parece que todos lo han tomado así”, sostiene.
En esa línea, insiste en que accedió a participar en el reconocimiento por su forma de concebir la actividad. “Yo valoro lo que era antes el fútbol, un juego en que en 90 minutos nos hacíamos tira, nos puteábamos, pero al otro día nos tomábamos un café juntos. Eran otros tiempos, está claro, pero ojalá que esto sirva como un mensaje de que puede existir una rivalidad bien entendida. De que el fútbol es un deporte, para pasarlo bien”, complementa.