Carlos Guerrero, gerente técnico de Getafe y exvolante que destacó en el Atlético de Madrid, atiende a La Tercera para explicar por qué no hicieron uso de la opción de comprar del futbolista formado en Universidad de Chile, quien por esa época tenía 18 años. Fue en el 2017 cuando el capitalino inició su aventura en el cuadro de Madrid.

¿Cuál es su balance del rendimiento de Camilo Moya?

Vino y no tuvo muchas opciones de jugar. El entrenador consideraba que había otros jugadores por encima de él y ante la falta de oportunidades al final era lo mejor volver a Chile. Vino a la filial.

¿Por qué no siguió?

Vino siendo un juvenil. La adaptación y la experiencia es un factor importante. Tenía la sensación en ese momento de que si se quedaba tendría opciones, pero finalmente él decidió volver. Lo entiendo porque acá no tenía muchas oportunidades.

¿Le vio condiciones?

Me parece un jugador muy dinámico, muy intenso. Es un jugador con una gran proyección.

¿Qué le faltó?

A Camilo seguramente le faltaba madurez. Son chicos de 18 ó 19 años que van a un país diferente, en el que su entorno es muy diferente.

Moya comentó que extrañaba a sus familiares. ¿Esos factores pasan la cuenta?

Al final eso siempre influye deportivamente. Si estaba contento, seguramente el resultado hubiese sido diferente. El chico no jugaba, no tenía el cariño de la familia ni del entrenador. Son periodos que los chicos lo sufren cuando son jóvenes. Después a lo largo de su carrera lo van asimilando. Que volviera a Chile era lo más lógico.

¿Por qué apostaron por él?

Apostamos por él porque nos presentaron al jugador y nos pareció interesante. Pudimos verlo en videos y recibimos buenas referencias.

¿Apostar por un chileno es tratar de buscar a un nuevo Vidal o Alexis?

Eso influye, es lógico. Uno está abierto a que los jugadores vengan para que puedan aportar su talento.

¿Podrá volver Moya alguna vez a Getafe?

Sí, claro. Uno nunca sabe cómo se dan las oportunidades que van apareciendo.

¿Cómo evalúa el nivel de los juveniles sudamericanos?

El único chileno que hemos tenido es Camilo. Los he visto esporádicamente, pero no tengo un análisis completo. Los chicos sudamericanos son más maduros porque ahí se adelanta todo. Ahí se juega con 18 años en primera, acá tardan más los jóvenes. Vienen un poco más maduros futbolísticamente.