Carlos Lampe: "No me gustaría irme de Boca sin jugar algún partido"
El boliviano repasa la polémica final de la Copa Libertadores ante River. Detalla los momentos de desesperación vividos en la emboscada sufrida por el bus xeneize. Pese a que debe retornar a Huachipato, su futuro está lejos del sur de Chile.
Carlos Lampe (31 años) vivió un sueño. De Huachipato pasó sin escala a Boca Juniors. En una negociación express, se sumó al cuadro xeneize para enfrentar las semifinales de la Copa Libertadores, tras la lesión del arquero Esteban Andrada.
Lo cierto es que, finalmente, el boliviano no jugó ningún minuto. Tampoco pudo levantar el trofeo, pues el cuadro que dirigía Guillermo Barros Schelotto cayó ante River Plate, en la polémica final que se terminó de disputar en Madrid.
Lampe, en conversación con La Tercera, repasa su paso por el elenco más popular de Argentina.
Se termina el préstamo, ¿molesto por no jugar?
No, no me molestó, pero me hubiese gustado jugar como a todos. Estos partidos nadie se los quiere perder. Se que vine porque Esteban se lesionó, pero Agustín (Rossi) subió el nivel y después volvió Esteban. No tuve chances de poder demostrar por qué me trajeron.
¿Fue un error ir a Boca?
No, para nada. Fue una buena decisión, por ahí no me tocó jugar, pero estuve en un club muy hermoso.
¿Qué análisis hace de su participación en la Copa?
Es difícil hacer un resumen personal, porque no tuve la oportunidad de jugar, pero el estar en Boca siempre será positivo. Nos quedamos con ganas de ganar la copa, pero estoy tranquilo porque se dejó todo en la cancha.
¿Es el hito más importante en su carrera?
Es algo importante, pero no me tocó la chance de jugar. Me tocó apoyar de donde estuve, porque soy un profesional y porque vine a sumar a Boca.
¿Sigue dolido por la caída ante River Plate?
Estamos muy dolidos por el resultado, seguimos muy golpeados. Teníamos muchas ganas de quedarnos con la copa, por todo lo que pasó, todo lo que se vivió, todo lo que se habló. Era importante para nosotros sacar un buen resultado. Nos quedamos dolidos, pero así es el fútbol. Por la manera que perdimos nos vamos con la conciencia tranquila, porque los muchachos dejaron todo en la cancha.
¿Duele más que el archirrival sea el campeón?
Se hace más duro. Si perder un partido es difícil, imagínate frente a tu clásico rival.
¿River fue justo campeón?
No sé si justo, pero entró bien en el segundo tiempo. Aprovecharon los cambios forzados y la expulsión la sentimos mucho. Ahí nos ganaron el partido. Jugar con uno menos durante el tiempo extra se siente demasiado.
Pero tuvieron un tiro en un palo al final del tiempo complementario.
No te imaginas lo que hubiera dado porque entrara ese balón. La verdad es que se me iba a salir el corazón. Desde afuera se sufre bastante.
¿Soñaron con llevar la copa a la Bombonera?
Nos imaginábamos todo el rato llevándonos la copa. Se hablaba mucho, era el único tema que conversábamos. Lo único que queríamos era llevar la copa a nuestra gente. Se merecen todo, porque llenaron el estadio en una práctica, después cuando íbamos camino al Monumental nos alentaron miles de personas. También nos despidieron cuando fuimos a Madrid. Son increíbles.
Fueron semanas de incertidumbre, de saber si se jugaba, ¿cómo afectó?
Fueron semanas complicadas, más aún por lo que nos pasó arriba del bus, por todo lo que se hablaba. Fue muy complicado todo.
¿Cómo vivió esa agresión?
Fue un momento muy complicado. Mi ventana no se rompió, pero sí se rompió la de adelante mío y la de atrás. Fueron muchos segundos en los que seguían entrando objetos y después entró el gas. Fue un momento muy difícil, de mucha desesperación al escuchar cómo llamaban al médico, porque tus compañeros estaban cortados, con vidrios en todas partes. La desesperación de todos era terrible. Gracias a Dios no pasó nada grave, porque hasta al chofer le dieron. El chofer pudo soltar el volante, pudimos volcarnos, pudo pasar una desgracia de atropellar gente, pero gracias a Dios no se cobró ninguna vida.
¿Le sorprendió que la Conmebol quisiera jugar ese mismo día?
Me sorprendió, pero desde el primer momento que vi a mis compañeros destrozados sabía que no se podía jugar. Era imposible jugar, porque habían varios compañeros que les tocaba jugar y estaban destruidos, estaban pálidos. Era difícil que en dos horas pudieran recuperarse.
¿Boca no quería jugar en el Monumental?
Como equipo queríamos jugar en la cancha de River, porque sabíamos la presión que se siente el jugar un clásico en condición de local. Últimamente Boca le había ganado a River en su cancha. Con esos antecedentes, el grupo quería jugarlo en cancha de River y con su gente, pero en esas condiciones era imposible.
¿Querían ganar por secretaría?
No, no éramos de esa idea. Queríamos jugar en su cancha y con su público, pero por unos cuantos tontos no se pudo hacer.
¿Fue la mejor decisión sacar la final de Argentina?
Había que sentar un precedente con este tema, porque no es posible que corran peligro nuestras vidas por ir a jugar un partido de fútbol. Es una lástima que por unas cuantas personas pague todo un estadio que estaba sentado para ver una final, gente que ahorró mucho dinero.
¿Qué tal la experiencia de jugar en el Bernabéu?
Cuando pisé el Bernabéu fue increíble, no me había tocado entrar a esa cancha. Mi llegada a Boca, jugar esta instancia de Libertadores, y en esa cancha, te hace valorar todo el esfuerzo que hiciste. Todo valió la pena.
¿Qué será de su futuro?
Tengo contrato con Huachipato, pero es difícil que vuelva a jugar ahí.
¿Quiere seguir en Boca?
No me gustaría irme de Boca sin jugar algún partido, sin ganar algo. Tengo ganas de quedarme, pero hay que esperar.
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