No lo había pasado bien en Brasil. En Inter de Porto Alegre nunca se pudo afirmar y desde que llegó a Vasco da Gama, en abril pasado, tampoco había podido brillar.
Es más, Carlos Palacios mostró su lado más humano hace un par de semanas, cuando se puso a llorar dentro del campo de juego. ¿Qué había pasado? Tuvo el gol del triunfo en los descuentos y su remate pegó en el travesaño, por lo que tuvo que ser levantado del suelo por el capitán del equipo, Anderson Conceição.
Pero en la jornada de este viernes, todo quedó atrás. El ex Unión Española marcó un gol. Más bien, un golazo. El hecho ocurrió en el duelo del Almirante contra Operario, en duelo válido por la Serie B de ese país. Corría el minuto 96 del partido, cuando se cobró una falta a favor del equipo del delantero chileno. Fue entonces, cuando el artillero tomó el balón y ejecutó un tiro libre perfecto.
“Siento mucha felicidad. Llevaba mucho tiempo esperando este gol”, confesó Palacios tras el pitazo final. Hecho que selló el triunfo del Gigante de Colina, el cual se estructuró con las celebraciones de Juan Quintero (79′) y el penal de Nené (89′). En otras palabras, la felicidad fue completa para el nacido en Renca y así lo expresó: “Me saqué un peso de encima, para seguir haciendo mejor las cosas. Estoy trabajando para tener un mejor rendimiento, para ayudar al equipo a conseguir los objetivos”.
Luego, la Joya tuvo emotivas palabras para su seres queridos y emocionó a quienes lo escucharon a través de la transmisión oficial. “Mi familia está allá (apunta un palco), que creo que son las personas más importantes de mi vida, junto a un amigo que ya no está. Está en el cielo, pero sé que se encuentra junto a mi y me ayudó a hacer este gol”, sostuvo. Y ante la pregunta de quién era este ser querido que ya no se encuentra entre nosotros, Palacios concluyó: “Era un amigo de Chile, muy querido, de corazón, para mi era una hermano y se que el empujó para poder convertir”.