Carlos Palacios corre por dos bandas: le declara amor a Colo Colo, pero se entusiasma con Boca Juniors
El futuro del delantero sigue siendo incierto. Si bien los albos extendieron su contrato, una oferta millonaria podría alterar los planes. El jugador se deja querer.
Carlos Palacios está, literalmente, entre dos amores. El primero, el que define como el de toda su vida: Colo Colo. Se asume feliz en el equipo albo, al que soñó con defender desde siempre y en el que recuperó el nivel que le transformó en una de los principales proyectos del fútbol chileno. El segundo es una tentación: Boca Juniors. El equipo más popular de Argentina inició la ofensiva para reclutarle. Eligió el camino de convencer a Vasco da Gama, el dueño de la porción más alta de los derechos económicos del jugador.
Este sábado, Alfredo Stöhwing dio por segura la continuidad del atacante. “Está descartado que Palacios vaya a Boca. Hemos llegado a un acuerdo con el jugador. Ya se firmó”, apuntó el timonel. “Está descartado que Palacios vaya a Boca. Hemos llegado a un acuerdo con el jugador. Ya se firmó”, reforzó, para que no quedara atisbo alguno de duda respecto de su continuidad. En Argentina, sin embargo, advierten que esas palabras pueden no resultar definitivas, considerando la ambición y el poderío económico del club que preside Juan Román Riquelme.
El doble amor de Palacios
A la hora de las declaraciones, tal como en la cancha, Palacios demostró toda su habilidad. “Contento. Siempre dije que lo que fuera mejor para todos y para mí en especial”, declaró, en alusión a las nuevas condiciones salariales que acordó con Colo Colo, que lo transforman en uno de los jugadores mejor pagados del plantel albo. El mismo beneficio recibió Brayan Cortés cuando surgió la opción de que partiera a Vélez Sarsfield o a Estudiantes de La Plata. Antes, se había lucido y anotado un golazo de tiro libre.
“Todos sabemos lo que es Boca, pero estoy feliz acá. Mi sueño es jugar en Colo Colo, el equipo de mis amores, así que contento”, insistió Palacios. Hasta ahí, sus palabras parecían definitivas.
La siguiente parte de la reflexión es la que, efectivamente, genera más dudas en Macul. “Es imposible decirle que no a Boca, pero estoy acá que es mi sueño donde siempre quise estar. Es raro estar en esta posición, una situación difícil, pero esperemos que sea lo mejor para todos”, puntualizó el ariete, dejando abierta una ventana, al menos, para una negociación con los xeneizes.
Fórmulas cruzadas
Ambos clubes tienen decididas sus estrategias para quedarse con el jugador. Colo Colo, por ejemplo, anunció que ejercerá la opción de compra por el segundo 20 por ciento de la carta que le permite el acuerdo de cesión con Vasco da Gama. Por el primero pagaron US$ 500 mil dólares.
El problema es que Boca cuenta con la suficiente solvencia económica para arremeter con una propuesta millonaria para convencer al club de Río de Janeiro, incluso superando ampliamente los números que puede poner el Cacique sobre la mesa. En Buenos Aires, de hecho, dan por descontado que si Riquelme y el resto del directorio definen que el jugador calza en el proyecto deportivo que ahora encabeza Diego Martínez, se las ingeniarán para que, finalmente termine en La Bombonera.
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