Carlos Palacios es uno de los pilares sobre los que Jorge Almirón pretende consolidar su proyecto en Colo Colo. A la espera de más refuerzos, que se sumen al estelar fichaje de Arturo Vidal, el delantero formado en Unión Española es uno de los que le garantiza al nuevo técnico albo la dosis de calidad para afrontar los exigentes desafíos del año.

Curiosamente, Almirón era el técnico de Boca Juniors cuando el renquino se transformó en uno de los dolores de cabeza para la defensa xeneize en la Copa Libertadores del año pasado. Desde ese momento, el club que antes presidía Jorge Ameal y que ahora encabeza Juan Román Riquelme lo anexó a su lista de potenciales refuerzos. Por estas horas, de hecho, en Argentina se apunta que el interés se intensificó. Las versiones más atrevidas apuntaban un entendimiento entre el club más popular de ese país, el jugador y Vasco da Gama, el dueño de la mayor fracción de sus derechos económicos, para transformarlo en la nueva incorporación.

Colo Colo lo asegura

En Colo Colo, en cambio afirmaban lo contrario. Sin embargo, el Cacique se adelantó y aseguro la continuidad del delantero. Ya habían resuelto aumentarle el sueldo, tal como lo hicieron con Brayan Cortés, otro de los jugadores que tenía opciones de partir. A Palacios, además, se le extendió el contrato por un año. “Está descartado que Palacios vaya a Boca. Hemos llegado a un acuerdo con el jugador. Ya se firmó”, apuntó el presidente de Blanco y Negro, Alfredo Stöhwing, a ESPN. “Les puedo asegurar a los hinchas que se queda”, insistió el mandamás.

En Macul prefieren no hablar de cifras, pero sostienen que se trata de un esfuerzo importante que consolida a Palacios entre los jugadores mejor pagados del plantel. “Fue una propuesta que hizo llegar su representante, la cual fue aprobada unánimemente”, enfatizó Aníbal Mosa, máximo accionista individual de Blanco y Negro, después de la reunión de directorio del miércoles.

La determinación va aparejada de otra: comprarle al club de la cruz de Malta un nuevo porcentaje de los derechos económicos del jugador. Hasta ahora, los albos son dueños del 20 por ciento, una porción que adquirieron en agosto, después de que el delantero cumpliera la cuota de 20 compromisos disputados. “Era algo que de cierta manera estaba estipulado dentro del contrato. Cuando el cumpliera 20 partidos se ejecutaba una cláusula, la que se ha cumplido y que Colo Colo ya la ha pagado”, apuntaba, entonces, el gerente deportivo albo, Daniel Morón. El emblemático arquero de los albos en 1991 añadía otro dato: “Vino con un contrato de 18 meses. Hoy él queda perteneciendo en un 20 por ciento a ColoColo”. Por esa fracción, los albos pagaron US$ 500 mil.

El acuerdo con el club brasileño estipula un mecanismo similar para adquisición de otro 20 por ciento, que el Cacique está decidido a utilizar. Por esa razón, por ejemplo, Mosa mostró su confianza en la permanencia del atacante. “Puede pagarla, pero esto tiene tras patas: el que compra, el que vende y el jugador. Y el jugador tiene la intención de quedarse. Encontró un nuevo aire con el cuerpo técnico de Jorge Almirón. Eso entendemos y eso nos ha dicho”, sentenció.

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