Algunos minutos antes del mediodía, Carlos Soto (52), presidente del Sifup durante casi dos decenios y hasta hace menos de un año; y jurista profesional -con todas las de la ley- desde hace apenas un mes -cuando juró como abogado-, hace un alto en su apretada agenda para conversar con La Tercera en un céntrico café de Santiago.
¿El Reglamento de Intermediarios es la primera legislación sobre la materia que se hace en Chile?
Sí, es la primera regulación. Chile era de los pocos países de Sudamérica que no la tenía.
¿Se redactó para evitar los abusos de los representantes?
Yo creo que en este país tenemos mucho eso de prejuzgar a la gente. Si hay uno que cometió un error, son todos iguales. Pero hay agentes que han hecho un trabajo profesional que ha sido un siete en todos los sentidos. Creo que la figura del agente se ha estigmatizado de alguna manera, porque son los que te hacen ganar, pero también los que cortan su buena tajada.
Una vez que entre en vigor el documento, ¿va a dejar de ser Chile un paraíso para los intermediarios?
Tal y como está regulado, aquí se va a necesitar una figura muy parecida a la de los abogados, porque si llega a entrar en vigor este reglamento, hay algunos que se van a quedar fuera y van a necesitar la firma de alguien. Y la van a pedir a cambio de un porcentaje. Esto va a ayudar a nivelar hacia arriba, van a estar todos con mucho más cuidado, pero hay algo que no se va a poder cambiar y es que el fútbol es un negocio y aquí no se va a poder prescindir de nadie.
¿A qué se refiere?
Por mucho que se quiera regular, un club no puede prescindir de un jugador, como un jugador no puede prescindir de un representante. Se necesitan mutuamente. Es una triangulación inevitable por más que se quiera regularizar.
¿Quién solicitó su participación en este asunto?
Algunos agentes me enviaron el texto para que lo revisara y pudiera hacer un análisis.
¿Le pidieron ayuda para poder blindarse?
No, no me han pedido nada. Me preguntaron mi opinión. Y yo lo analicé. Y ahí me metí más. Podría darte las conclusiones, pero tendría que empezar a cobrar.
No termina de gustarles del todo el borrador a ellos...
No, yo he visto que no. No lo ven bien. Pero creo que es porque existe ese temor jurídico de conocer un texto, pero al final van a poder hacer las transferencias igual, y las comisiones y los porcentajes se van a dar igual. Dirán: 'Arreglamos por 450.000 dólares, pero yo voy a pedir 500 que van a ser para ti. Entonces pidamos 500 y los 50 tú como jugador me los pasas. Y se acabó. Y después ahí ponemos el 5%". Es inevitable. Se va a hacer.
Una duda, ¿pasar de velar por los derechos de los jugadores a asesorar a sus agentes no es algo así como cambiarse de bando?
Respeto tu punto de vista, pero piensa en el otro punto de vista y es que a los jugadores no se los van a joder si hay alguien al otro lado. Esto es algo muy personal, pero me ha costado cobrar, porque durante muchos años no cobré, prestábamos el servicio dentro del sindicato. Hoy día sí que he hecho asesorías para jugadores y me sigue costando cobrar.
¿Ha actuado como intermediario anteriormente?
La labor en la que mejor me desarrollo es en la asesoría. He ido a ver partidos de cadetes, eso sí, de papás que me han pedido que vaya a ver a su hijo, pero sólo eso.
¿Y se lo plantea a futuro?
Mmm...buena pregunta. Soy asesor jurídico deportivo, un abogado, y como tal, quien quiera mi trabajo lo tendrá. Para eso me he preparado.
¿Veremos en Chile el primer sindicato de agentes de futbolistas?
Podría hacerse una asociación de intermediarios. Sería inédito, pero pueden hacerlo. Uno de ellos, de hecho, me dijo: 'Nos hemos juntado con éste, con éste y con éste. Estamos preocupados y queremos ver cómo vamos a operar'.
¿La legislación lo permite?
La legislación permite que se establezca una asociación de personas. Entonces, podrían hacerlo. Sería algo pionero e impensado. Sería la primera vez que grupos o personas que comercializan dentro del fútbol y que tienen intereses comunes pero se hacen zancadillas, se unen. Porque aquí lo que no está firmado, lo que se redacta con la izquierda, muchas veces se cumple con la derecha.
¿Y usted presidiría ese sindicato?
No, no, no lo sé. A lo mejor sería yo el abogado de esa asociación. No me gustaría estar liderando.