Carolina Coppo está preocupada. La directora de Azul Azul, en representación de la casa de estudios, levanta la voz para dejar constancia de su disconformidad por el manejo de Universidad de Chile. Su molestia, incluso, la llevó a postularse a la presidencia de la concesionaria. Perdió por 7-4 contra Michael Clark. Hoy, lidera la oposición que antes no existió en la mesa estudiantil.
Ya lleva casi cinco años de directora en Azul Azul. ¿Por qué la U no levanta?
Hay distintas razones. ¿Me preguntas por lo deportivo?
Por lo deportivo, por el desorden administrativo, por los conflictos que aparecen semana a semana…
Sí. Creo que hay distintas razones. En lo deportivo, creo que se han tomado malas decisiones. También hemos tenido mala suerte. Se han tomado malas decisiones en cuanto a los entrenadores que se han elegido estos años. Se han tomado malas decisiones al momento de echarlos y también se han tomado malas decisiones en relación a los refuerzos que se han ido contratando a lo largo de las renovaciones del equipo. Creo que también influye, porque una cosa lleva la otra, es que desde hace un tiempo atrás no hay un proyecto bien pensado, a largo plazo, al cual adscribirse y por el cual ser leal.
Clark prometió, a su arribo, un proyecto que levantaría a la U…
Cuando Tactical Sport llegó a la U tras comprar la mayoría de las acciones, se presentó un proyecto que me pareció razonable tanto en la mejora general del club como en proponer un proyecto deportivo a mediano y largo plazo. Me parecía un buen proyecto para estabilizar las finanzas, esta parte se hizo bien, pero parcialmente. El problema es que ejecutaron algunas acciones que no fueron consultadas al directorio y que creo lo debieron haber hecho.
¿Qué resoluciones tomaron sin consultarle al directorio?
La desafectación de muchos empleados, alguno de relevancia para el club, sin habernos consultado, por ejemplo. Pero esa parte de mejora del club creo que irá andando, porque ayudará a tener las finanzas sanas. Hay que tener presente que estos dos últimos años el principal ingreso del club se ha visto mermado por la suspensión de la venta de entradas y el no tener ingresos por aforo por causa de la pandemia.
¿Y el proyecto deportivo?
En lo deportivo, el proyecto de Michael Clark me parecía razonable a largo plazo, con proposiciones con las que yo concordaba. Por ejemplo, con la idea de darle más espacio a los jugadores formados en el club, de no perder lo que ya se había hecho, de proyectar un equipo que no necesariamente tiene que ser campeón este año, que es algo que todo el hincha de la U quiere, pero que no es posible. El problema es que se ha sacrificado lo actual por ese proyecto a largo plazo. No se saca nada con tener tan malos resultados ahora y pensar en un proyecto a largo plazo. El proyecto a largo plazo no existe si bajamos a la B. No existe. Y en la implementación de ese proyecto no basta con solo contratar a Luis Roggiero, que no digo que tenga carencias de competencias, pero no lo puede hacer todo solo con Michael Clark.
¿Las decisiones del club las toma solo Michael Clark?
Las decisiones relevantes del club en lo deportivo solo las toma Michael Clark con Luis Roggiero. Y las financieras, las toma Michael Clark con otros ejecutivos a los que les debe imponer sus órdenes. Eso no es bueno, existe al interior del club, de sus colaboradores, en todos los estamentos, una sensación de desorden, de confusión respecto de la autoridad, de inseguridad en el trabajo que por supuesto los inquieta.
Antes fue Heller y ahora Sartor. ¿el problema de la U es que siempre ha tenido un grupo controlador en el directorio?
Sí, ese es el gran problema que ya hemos abordado en otras conversaciones. Al tener esa cantidad de acciones, que les permite elegir a siete directores de once, implica que pueden tomar decisiones sin lograr un acuerdo de voluntades. Aun cuando siempre le reclamé mucho a Carlos Heller por esto y tuvimos muchas diferencias, siempre al interior de ese directorio hubo más conversación. Hubo más diálogo, aun cuando ellos tenían más votos. Ellos arrasaban en el directorio, pero las cosas se conversaban igual.
El club viene mal hace muchos años. ¿Por qué la Universidad recién hoy decide ser oposición?
No sé si es un bueno otorgarle a este bloque momentáneo el nombre de oposición. Quizás es así porque se juntaron cuatro votos en el mismo sentido, de no apoyar la elección de Mike como Presidente. Mi posición crítica a la gestión actual y pasada siempre estuvo. Incluso, hay que recordar que yo voté en contra de que José Luis Navarrete fuese presidente. Ahí también se me pudo declarar como oposición.
La universidad siempre ha tenido dos representantes en la mesa. ¿Qué responsabilidad asumen en la crisis?
Hay que hacer una distinción entre la Universidad y Andrés Weintraub y yo, como directores. Nosotros somos directores de la Sociedad Anónima designados por la Universidad. Nosotros no representamos en el directorio a la Universidad. Una vez que somos designados como directores tenemos que trabajar por el bien de la Sociedad Anónima, de Azul Azul, sus accionistas y del club propiamente tal. En ese rol, siendo designados por la Universidad, siempre hemos velado porque se respeten los principios de la casa de estudios, que se lleven a cabo y se materialicen a través de acciones concretas.
¿Pero realizan alguna autocrítica?
Sí, tenemos que tener una autocrítica de que no bastaba con oponerse a medidas en directorios y que solo quedara constancia en acta. Quizás y esto lo digo a título personal, debimos hacer algo más y publicitar las oposiciones que hacíamos a fin de darlas a conocer. Pero también eso tiene repercusiones y que hay que ponderar. En general, cuando existen problemas en el directorio, como está ocurriendo ahora, tienen consecuencias deportivas. Cada vez que uno pretendía hablar, decir algo, acusar una decisión que se había tomado mal, o hacer notar que en otra yo no había participado, iba generar un conflicto que yo por el bien de la U no quería que repercutiera en lo deportivo.
¿Cuál es el mensaje que les transmite el rector Ennio Vivaldi?
Está preocupado. Nosotros permanentemente, desde que fui designada, nos reunimos con él. Él siempre está al tanto de lo que ocurre en el club. Y desde que Carlos Heller vendió sus acciones a Tactical Sport, él ha estado preocupado porque el mayor accionista es un fondo de inversión cuyos inversionistas no necesariamente son conocidos. Esto es así y es algo legítimo, los fondos de inversión no tienen por fin hacer surgir a clubes de fútbol. Su función, que como dije es legítima, es legal, es otra. Su función es obtener ganancias y un provecho económico, ya sea a través de un mayor valor en las acciones que adquirieron u otro. Ese es su negocio. Nos parecía incómodo que el accionista mayoritario de la U fuese una persona jurídica desconocida cuyo fin u objeto no es administrar un club de fútbol. De a poco, esas aprensiones se fueron diluyendo porque hubo reuniones con Michael Clark en las que expresó de manera clara quiénes eras los dueños de Tactital Sport, indicando las sociedades que eran dueñas y las personas naturales que participan. Y cara a cara, de manera tan precisa, era imposible seguir insistiendo, más allá de los rumores, de quiénes eran los dueños de la U. Había que creerle.
¿Usted asegura que no hay representantes en la U?
Eso es lo que nos ha informado al Rector y a nosotros el propio Michael Clark.
¿No tiene ninguna duda?
Eso es lo que nos ha sido informado.
¿Realmente le puede quitar el nombre y los emblemas a Azul Azul?
La Universidad celebró un contrato de autorización de uso de los símbolos distintivos, nombre y emblema de la Universidad. Estos se conceden a Azul Azul. En este contrato, en el que la Universidad cede lo anteriormente señalado, Azul Azul se obligó a emitir la acción que permite que la Universidad designe a dos directores y a pagar un royalty. Y lo otro es hacer uso del nombre y emblemas solo para el desarrollo del fútbol profesional y actividades conexas, de acuerdo a los valores y principios de la Universidad y una serie de otras obligaciones de mucha importancia. Para ponerle fin a este contrato, que sería la única forma de quitarle el nombre al club, se tendría que demandar a Azul Azul por un incumplimiento del contrato.
¿Vivaldi le ha planteado la idea de presentar una demanda para quitarle el nombre al club?
Se ha reflexionado acerca de las posibilidades que hay al respecto. De los directores, Weintraub es ingeniero y yo soy abogada. Yo soy la que hace hincapié en que no es llegar y demandar. A mí me gustaría que esa demanda, de existir, fuese acogida. Además, hay que considerar que ese juicio está sometido a arbitraje. Habría que configurar un incumplimiento. Por eso es importante determinar cuáles son las obligaciones que asume Azul Azul. El royalty se ha pagado, por esa razón algunos hinchas creen que la Universidad se abanica y no hace nada porque se paga el royalty. Eso es porque desconocen el presupuesto de la Universidad. La Universidad jamás va a dejar de actuar por el royalty. Ese es un tema totalmente secundario. Es importante determinar las otras obligaciones que tiene Azul Azul como, por ejemplo, utilizar el nombre en cumplimiento y en respeto a los principios y valores que inspiran a la Universidad y que están reflejados en sus estatutos.
¿Esos valores hoy los representa Azul Azul?
Creo que algunos sí, otros no. Pienso que el presidente es muy hermético, no se dirige a la hinchada. Estima que hay cosas que no hay que comunicar. Y uno de los valores de la Universidad y que debe ser del club, es la transparencia y la responsabilidad. Y por esa transparencia tiene la obligación de dar a conocer a los interesados lo que está pasando en el club. Y esa es una responsabilidad del presidente. El presidente de la U no es el presidente de una sociedad anónima cualquiera, es el presidente de un club de fútbol, el más grande, con millones de hinchas. Cuando existen problemas como han existido, y nadie les comunica, creo que se está faltando a la transparencia.
¿Clark mira la U como un negocio?
No lo sé. Creo que habría que distinguir entre la persona de Michael Clark y Tactical Sport. Michael Clark es hincha de la U, creo que lo ve más allá de un negocio. Pero también hay que considerar que invirtieron mucho dinero por hacerse de la mayoría de las acciones de la U. Por eso se me hace difícil de que no lo vean como un negocio.
¿Clark ha sido un presidente distante?
Sí, a mi modo de ver ha sido distante de la hinchada y respecto a los miembros del directorio.
¿No es una persona apta para la presidencia de la U?
Estimo que Mike Clark no es apto para la presidencia de la U.
¿Por qué?
El presidente de la U tiene que tener un perfil distinto, mayor empatía con la hinchada y estar dispuesto a informar lo que pasa. Tiene que estar dispuesto a enfrentar los problemas cuando se hacen públicos, hacerse responsable de ellos. Puede que lo haga en la interna, pero lo importante es que lo haga a la comunidad. Él no tiene esos intereses. La gestión de este directorio se ha centrado mucho en él, él toma las decisiones. No veo a los otros directores concurriendo a estas decisiones por medio de una discusión. Creo que el presidente de la U siempre tiene que razonar y conversar las decisiones que se van a tomar con los miembros del directorio, las que deben adoptarse porque existe convencimiento que es lo mejor, creo que un líder debe convocar a la gente y debe cautivarla, no ignorarla. Debe propender al diálogo y no a la imposición.
¿Cómo nace la idea de pelearle a Clark la presidencia?
Nació bien al final esa iniciativa. Meses atrás decidí que no apoyaría a Clark por las diferencias que habíamos tenido, debido a los desacuerdos, a la circunstancia que uno le pedía cosas y él hacía caso omiso a esas solicitudes. En ese momento decidí que no era el presidente para mi club. Conversando con Andrés Weintraub, me enteré que había tomado la misma decisión. Nos enteramos que los Schapira llegaron a la conclusión de que no querían apoyar a Clark. Y había que presentar a alguien porque si no se presentaría el mismo escenario absurdo de cuando yo me opuse a José Luis Navarrete y no tenía a nadie que presentar. Estaba yo sola, con 10 directores en contra y ninguno aceptaría ser candidato y no votar por José Luis. Ahora éramos dos y quizás cuatro los que estaban dispuestos a votar en contra, se podría proponer a alguien. Me propusieron a mí.
¿Cómo reacciona Sartor al enterarse en la mesa que tenía oposición?
No hubo reacción. Nada.
Uno de los factores que genera molestia es la eliminación de la comisión fútbol...
Sí, porque la comisión fútbol es un órgano muy importante que permite discutir al interior de esa comisión las decisiones que se van a tomar en lo deportivo. No necesariamente tiene que estar compuesta solo por directores. Imaginemos que el director deportivo ya está, más otros gerentes de la U que tienen mucha experiencia. Es un órgano emblemático en el que se produce discusión e intercambio de opiniones. La eliminación de esa instancia significó excluir a los directores de las opiniones del fútbol y eliminar el diálogo.
Pero la comisión fútbol tiene harta responsabilidad en la elección de los refuerzos y técnicos que han llegado a la U..
Sí, pero había que darle una vuelta, buscar una alternativa. Quizás conformarla de otra manera, pero no eliminarla.
¿Le sorprendió la llegada de Cecilia Pérez?
Sí, me sorprendió. Me sorprendió porque me enteré el día anterior por la prensa. Me sorprendió su nombre.
¿No recibirá un sueldo?
Ella no puede recibir un sueldo de Azul Azul porque es miembro del directorio y hay un acuerdo de la junta de accionistas en que los miembros del directorio no reciben remuneración. La única manera es a través de la asignación de funciones especiales y con aprobación del directorio ya que se estaría celebrando un contrato con parte relacionada. Y eso no va a ocurrir. Al menos de parte de Azul Azul, no recibirá remuneración por sus funciones.
Uno de los nombres que salió del directorio es Cristián Aubert. ¿Le pareció una medida correcta?
A mí no me corresponde comentar las decisiones del accionista mayoritario en relación con las personas que asigna o no asigna. Supe que entraba Cecilia Pérez, el jueves en la noche. Ahí me enteré que Cristian Aubert siguiría con las mismas funciones que ahora, pero ya como gerente general.
Vamos a lo deportivo...¿Eligieron a Luis Roggiero o se los impusieron?
Se nos presentó Luis Roggiero como quien debía ser el director deportivo indicando que era la mejor alternativa y el directorio la aceptó.
¿A usted le gustaba?
No hubo otra alternativa.
¿Le ha gustado el trabajo de Luis Roggiero?
No. Los resultados que están a la vista. Por la mala elección de refuerzos. Esto no es nada personal. Es cosa de ver los resultados y cómo quedó conformado el equipo desde que llegó Luis Roggiero. El equipo está mal constituido, descompensado. Se necesitan refuerzos en todas las líneas. Por los resultados, parece no haberlo hecho bien.
¿Luis Roggiero perdió poder en el club?
A mí me da la sensación que no todos los refuerzos que contrató eran de su gusto. Quizá nunca tuvo tanto poder.
¿Se los impusieron?
Sí. Michael Clark, supongo.
¿En qué situación está hoy el cuestionado Santiago Escobar?
Está siendo evaluado semana a semana como todos los entrenadores. En este caso, sigue siendo así.
Pero me imagino que está disconforme…
Sí, por supuesto que estoy disconforme.