Iker Casillas deja el hospital y se emociona. El arquero español recibió el alta médica después del infarto al miocardio que sufrió durante un entrenamiento con el Porto y apenas abandonó el recinto asistencial dejó fluir su emoción.

"He tenido mucha suerte, lo puedo contar", declaró, en relación a una incidencia que pudo ser aún más compleja y que, por ahora, lo mantendrá inactivo por un tiempo indefinido. "Es algo que puede sucederle a cualquiera en cualquier momento de la vida. He tenido mucha suerte. Quiero darle las gracias a mucha gente que se ha preocupado por mí, me siento muy querido. Me sale una sonrisa, quiero agradecer al hospital, al club y al doctor Nelson. Me ayudaron a llegar rápido aquí para poder bajar el efecto del infarto. Me han llegado muchas muestras de cariño", agradeció.

"Será un reposo de dos semanas o de dos meses. Había que esperar a que el corazón y la cabeza se asentase. Tengo la suerte de poder contarlo", añadió, respecto de los plazos que involucrará su recuperación.

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