Expectación había en Turín para el debut de Carlos Alcaraz, para muchos la única figura capaz de disputarle la cima del circuito a Jannik Sinner. El actual número dos del mundo parecía recuperar la solidez en esta última parte del año y se ilusionaba con estrenarse de buena forma en las Finales de la ATP. Sin embargo, Casper Ruud, sexto del ranking, diría lo contrario y terminaría imponiéndose por 6-1 y 7-5, en una hora y 25 minutos.
El español se midió ante el noruego en el inicio del grupo John Newcombe, que completan Alexander Zverev y Andrey Rublev. Y el comienzo dejó varias dudas para el murciano, quien se vio sorprendidísimo por su rival en la primera manga. Dos quiebres en el cuatro y sexto juego bastaron para que el noruego se quedara con el primer parcial, por 6-1.
En el segundo parcial, Alcaraz despertó por una rato de ese letargo. Jugó mucho más concentrado, levantó con su servicio, ajustó sus tiros y, por momentos, su nivel se acercó bastante más al que se le conoce habitualmente. Ruud, por su parte, sintió la presión y cedió su servicio por primera vez en el sexto game. No obstante, cuando todo parecía encaminarse para el pupilo de Juan Carlos Ferrero, su adversario no se resignó y recuperó la ruptura en el noveno juego, aprovechando la falta de consistencia del hispano.
Una gran remontada
La crisis para Carlitos se acentuó en su siguiente turno de saque, donde nuevamente cometió errores poco comunes con su derecha. Su rival no dejó pasar la oportunidad y logró un nuevo quiebre para quedar 6-5 arriba con su servicio.
Restaba ver si Ruud podía cerrar la victoria con su saque y soportar la tensión de estar ad portas de un triunfo tan importante. Y pasó la prueba. Superó los lógicos nervios y timbró el duelo con un ace, que, de paso, le dio un color distinto a un segundo semestre donde los resultados no lo habían acompañado.
De todas formas, Alcaraz tiene chances todavía de meterse en semifinales. Eso sí, tiene que vencer a Zverev y a Rublev, quienes se enfrentan esta tarde en su estreno en el torneo.