Castigado por Estadio Seguro y semifinalista en París: la insólita historia de Mauricio Molina, el chileno que se luce en el BMX olímpico

Mauricio Molina

Este viernes, el rider competirá en las semifinales del Racing y buscará su paso a la final. Meses antes, se hizo conocido por saltar al campo del Nacional para fotografiarse con el Niño Maravilla.



Mauricio Molina se metió en las semifinales del BMX Racing de París 2024 tras abrochar el tercer lugar en el repechaje. Hoy, buscará un boleto a la final. Ambas instancias se disputarán este viernes. Pase lo que pase, el deportista ya escribió su nombre en la historia del deporte nacional. Se convirtió en el primer chileno en clasificarse a unos Juegos Olímpicos en su disciplina.

Está ligado a la misma desde que era un niño. Aprendió a andar en moto antes que en bicicleta. De hecho, según recuerda, acompañaba a su familia a comprar repuestos a la Avenida 10 de julio Huamachuco. Mientras realizaban ese trayecto, siempre pasaban por fuera de una pista de bicicross. De tanto insistir, su padre terminó llevándolo.

Así comenzó su pasión. Ha competido tanto en bici como en moto, destacando en ambas. Sin embargo, tuvo problemas para costear ambos deportes. Para su familia era imposible pagar para que practicara ambos.

Sus inicios

Molina se escapaba del colegio para ir a entrenar al Estadio Nacional. Hacía la cimarra hasta que lo descubrieron. En un diálogo con su padre, él le reveló que no quería estudiar más, que quería dedicar su vida al deporte y a su pasión.

Su progenitor siempre tuvo un rol relevante: “En 2022 apareció de sorpresa cuando gané mi primera Copa del Mundo en Colombia, ahora apareció de nuevo en París en mis primeros Juegos Olímpicos. Obviamente, no íbamos a decepcionarlo y pasamos al segundo día de finales. Ahora vamos a darle otro día de espectáculo a mi papito, muy agradecido de que haya llegado, que haya hecho ese sacrificio de viajar 14 horas porque no le gustan los aviones, pero lo hizo para estar aquí viendo a su hijo titularse en la universidad del deporte. Llegamos a los Juegos Olímpicos”, señaló.

Luego de que su padre aceptara el camino de su hijo, Molina ingresó a una escuela especial para deportistas. Años más tarde, privilegiaría nuevamente su carrera por sobre su formación académica. En 2020, ingresó a estudiar técnico en administración. Sin embargo, no la terminó. La decisión tuvo el éxito como una de sus consecuencias. Fue campeón mundial en la categoría junior, nueve veces campeón nacional y en 2022 ganó el oro en la Copa Mundial UCI en Bogotá. Ahora, busca una medalla para el Team Chile en París 2024.

“La única sensación de presión era pasar al segundo día, a los días finales. Se logró, no de la mejor manera porque teníamos clasificar dentro de los tres primeros heat. No se dio, pero no nos echamos a morir. Hay que llegar a dormir, descansar bien y mañana levantarse temprano como si fuese un día normal porque hay que salir a buscar cada vuelta para pasar a la final”, aseguró tras la competencia.

En la final cualquier cosa puede pasar, es matar o morir. Es una final que se define en treinta segundos así que estamos ahí. Es algo accesible, hay que seguir soñando en grande, pero vuelta a vuelta porque esto se en el momento aquí y ahora. Mañana hay que darlo todo”, añadió.

Su intervención con Alexis Sánchez

El martes 11 de junio fue cuando Molina se enteró de su clasificación a los Juegos Olímpicos. Ese mismo día fue, seguramente, el día más acontecido en la vida del rider.

Molina acudió al Estadio Nacional para presenciar el amistoso entre la Roja y Paraguay, que terminó con el triunfo 3-0 de la Selección. Hasta ahí todo bien, no obstante, Mauri tenía todo decidido. En medio de su adrenalina, saltó al terreno con un objetivo claro: Alexis Sánchez.

Molina corrió desesperado para grabar un video con el Niño Maravilla. Alcanzó a registrar el momento justo antes de que los guardias lo sacaran.

“En el entretiempo les dije a mis amigos que necesitaba entrar a la cancha después del partido. Ellos me dijeron ‘¿cómo vas a hacer esa hueá?’ y yo dije que lo haría sí o sí. Me preparé, tomé aire, tomé la decisión y cuando hice el primer salto, pensé ‘ya no puedo parar porque si paro, los guardias me van a pegar’. Lo logré. Vi todo el estadio lleno y fue hermoso. Tener el video con Alexis Sánchez es épico”, declaró, en ese entonces, en una entrevista con AS.

Luego de arremeter en el césped del coloso de Ñuñoa, Molina recibió un duro castigo por Estadio Seguro: un año sin poder asistir a ningún partido. Sin embargo, el objetivo estaba cumplido.

“Les conté mi historia a Carabineros y se cagaban de la risa. Ellos pensaban que yo era un ‘hueón’ loco, pero conversamos, les mostré la publicación del Team Chile y se soltaron. El problema es que una mujer de Estadio Seguro estaba obsesionada con castigarme y lo hizo. Igual logré mi objetivo, ahora solo me falta conocer a los jugadores y sacarme una foto con ellos. Ojalá lo pueda conseguir”, sentenció. Hoy, él es la estrella y va en busca de su coronación en París.

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