Nicolás Castillo podría cumplir, esta tarde, uno de sus mayores anhelos, cuando su equipo, el Benfica, se estrene en la fase de grupos de la Champions League recibiendo al Bayern Múnich (16.00 de Chile), por la primera jornada del torneo.
El delantero chileno, flamante refuerzo de los dirigidos por Rui Vitória, se recuperó a tiempo de una rebelde lesión muscular, para volver a estar disponible e ilusionarse con disputar desde el comienzo la fase grupal del campeonato de clubes más importante del mundo.
Aquejado de una rotura fibrilar en el gemelo izquierdo, el ariete estuvo fuera de actividad desde el 14 de agosto. Volvió a las canchas para disputar los cuatro minutos finales del triunfo 2-1 del Benfica sobre Río Ave, en la Copa de liga, el 15 de septiembre, y en el mes que no jugó se perdió, además de la gira de la Roja por Asia, cinco compromisos: dos de la fase previa de la Champions y tres de la liga portuguesa, donde el ex Brujas aún no debuta.
Su participación en el epílogo del último encuentro de su escuadra, aunque exigua, ratifica su reinserción deportiva definitiva y le abre opciones de participar en el compromiso de hoy, aunque sea ingresando desde la banca, como muy probablemente ocurra de acuerdo con el reporte de los medios portugueses. En la práctica de ayer, la última antes del choque contra los germanos, el formado en la UC trabajó a alta intensidad y a la par de sus compañeros.
"La recuperación de Castillo es una buena noticia para todos", apuntó ayer el entrenador de los lisboetas. "Necesitamos mayor competitividad; mientras más futbolistas tengamos, tendremos más niveles de intensidad. Todos los muchachos están con mucha frescura y fortaleza mental. Nos alegra contar con más gente a disposición para lo que viene. Enfrentaremos a uno de los mejores de Europa", agregó Vitória, cuyo equipo se medirá, además, con el Ajax holandés y el AEK griego. Castillo llegó justo y pide una oportunidad.