Ayer, durante la jornada, Juan Tagle hizo el último intento. El presidente de Cruzados se reunió con Francisco Ceresuela, ex timonel de Unión Española, para entregarle todo el respaldo y asegurarle que el consenso que tanto anhelaba para asumir la candidatura del continuismo podía lograrse. Los llamados se hicieron una constante, de diferentes elencos del fútbol profesional que le prometieron su respaldo.

Ceresuela, sin embargo, le confesó a la cabeza de la UC que sería difícil tomar el liderazgo del desafío de suceder a Arturo Salah. Los diálogos con Santiago Perdiguero, hoy presidente de Unión Española, se fueron intensificando durante el día asumiendo la necesidad de una respuesta por la cercanía de las elecciones.

Pero Ceresuela puso fin a la historia. Horas más tarde, el abogado le confesó a su gente más cercana que no aceptará la invitación por motivos familiares y personales, que hoy lo tienen a tope. Está lleno de proyectos y desafíos que le impiden tomar la responsabilidad de liderar el continuismo. Ayer, durante la noche, se lo comunicó a los personeros que le ofrecieron la presidencia.

El apoyo hacia Ceresuela fue transversal. Incluso, el fin de semana se reunió con Mayne Nicholls, a quien conoce desde que fueron compañeros en el directorio federativo que comandó Ricardo Abumohor. Ambos tienen una buena relación, y mutuo respeto. Harold, hoy, sigue corriendo solo por el sillón.