El veterano motorista Francisco Chaleco López (44 años) sigue disfrutando de una segunda juventud al volante de los buggies. Disputó su noveno Dakar, segundo en la categoría syde by syde, y volvió a subirse al podio, ahora como tercero. Poco antes de viajar de vacaciones, hace su balance en La Tercera.

¿Quedó satisfecho con el tercer lugar?

Sí, aunque uno siempre se prepara para ganar. El año pasado gané. En este, en cuanto llegamos al nuevo continente, vimos la dificultad. En algún minuto perdimos mucho tiempo y estuvimos en un quinto lugar. Por lo mismo, siempre un podio en una categoría competitiva es muy bueno.

Pero venía de quedar primero. ¿Acusó esa presión?

No, para nada. Aunque obviamente, si ganaste el año pasado, si eres el campeón, debes tener un buen papel. Pero pasó con las motos: Price, que ganó el año pasado, salió tercero. Al-Attiyah ganó en autos y ahora salió segundo.

¿Qué etapa le costó más?

La séptima, cuando la noticia del fallecimiento de Pablo Gonçalves. En lo deportivo también fue un mal día. El turbo no se conectó, tuvimos un problema con la tracción y perdimos mucho tiempo.

¿Cómo se tomaron los pilotos el tema de Gonçalves?

A todos nos afectó, sobre todo a la gente de moto. Algunos tuvieron que socorrerlo, llamar al helicóptero. Toda esa gente quedó muy afectada. Es triste.

¿Se puede ganar en seguridad o ya no se puede hacer más?

Los autos son súper seguros, tienen jaula y un buen equipo de producción. En motos se trata de un deporte más peligroso, no hay protección. El piloto es el parachoque. Pasa en la calle igual.

¿Quién fue la sorpresa de 2020?

Sin duda, Ignacio Cornejo. Se metió cuarto en motos, ganó etapas y es joven. No lo elijo porque sea chileno. Fue una revelación para toda la gente.

¿Le gustó Arabia Saudita como escenario?

Para serte sincero, nunca pensé que el desierto fuera tan grande, tan extenso. No fue muy técnico, fue más bien rápido, de mucha piedra y polvo. Hay mucho por hacer. Este año fue como la prueba del desierto, para que lo conociéramos los pilotos. Seguramente año a año agregarán nuevas dificultades.

¿Cuál fue su estrategia?

Ir pasando día a día. Los primeros días regulé las ansiedades de no acelerar mucho, ya que había mucho polvo, lo que facilitaba la ruptura de neumáticos y del auto. Cuando llegaron las dunas, atacamos fuerte, logramos ganar etapas y descontar distancias.

¿Siente que le afecta el físico con el pasar de los años?

Más que el físico, ya tengo niños. Tengo que hacer más cosas que levantar presupuesto. Estoy más cuidadoso. Con los buggies estoy perfecto, es más seguro que ir arriba de una moto y te cansas menos. Pero hay que estar bien físicamente. Entreno cuatro veces a la semana con un preparador físico. Igual estoy en forma.

¿Le gustó su buggy Can-Am?

Tuve un problema cuando le pegué a una duna y corté la parte de atrás de los palieres. Pero todo bien. Es muy competitivo, de los más rápidos del mercado.

¿Esperaba el buen rendimiento de Quintanilla?

Sí, estuvo siempre muy estratégico, no cometió errores, no se cayó, no se perdió. Llevó la pelea hasta el final. Es la constancia de un piloto rápido y con experiencia.

¿En qué categoría se ha sentido más cómodo?

Esta me ha encantado. Es muy parecida a las motos, tiene buena suspensión, seguro, ligero, liviano y fácil de manejar en las dunas.

¿Volverá a las motos?

No, es un ciclo terminado.

¿Y probará otra categoría? Por ejemplo, camiones...

Sí, lo he pensado. Aunque los veo cómo andan de rápido, cómo se mueven adentro y no sé si podría. Si algún día lo logro entender, sería increíble. Es, lejos, la categoría más difícil. Son gigantes, parecen edificios corriendo por el desierto. Es impactante y llega a dar susto cómo van de rápido. Me interesa todo lo que sea tuerca.

¿Hasta cuándo competirá?

No sé, yo creo que unos diez años más. Carlos Sainz ganó el Dakar y tiene 56 años. Lo veo a él y pienso que tengo para rato compitiendo.

¿Este fue El mejor Dakar chileno de la historia?

Sí, la mejor edición. Si yo no ganaba un día, ganaba Casale, Quintanilla o Cornejo. Hay cuatro pilotos que estamos ahí, que podemos ganar todos los días. Es entretenido cuando estás con chilenos y todos hacen bien la pega.

¿Y si un chileno da positivo pasa lo contrario? ¿Afecta a la reputación chilena el dopaje de Jarry?

Acá siempre se va al límite en todo. No estoy al tanto del dopaje, en mi deporte no se ve mucho. En buggies te pueden pillar con una brida más grande o un recorrido de suspensiones manejado. En el deporte tuerca se puede manipular la parte mecánica, para que tu auto corra más, que le abras el turbo, pero no se hace. Es triste. Yo creo que Nico es un tremendo deportista, no sé cuál va a ser su sanción. De hecho, ni sabía lo de Jarry. Estaba en el Dakar.