Inter de Milán pudo romper el cerco solo en el final. El cuadro italiano venció por la cuenta mínima a Atlético de Madrid, que dio dura pelea en Italia en la ida de los octavos de final de la Champions League.
El único tanto del partido lo marcó Marko Arnautovic, elegido por el técnico sobre Alexis Sánchez para reemplazar a Marcus Thuram, pero que erró al menos tres ocasiones claras antes destruir el cero. El chileno ingresó a los 88 minutos.
Porque ninguno de los linajudos rivales estaba para sorpresas. Desde el inicio, la declaración de principios quedó planteada, fiel al estilo de ambos técnicos. El cuadro italiano con una presión muy alta y los hispanos en su campo, apostando a una contra letal.
Quizás por eso a los lombardos les faltó profundidad en su juego. Les resultaba muy complicado penetrar el entramado del técnico Diego Simeone, cuyo equipo pasaba algunos sobresaltos, pero se sentía cómodo en el Giuseppe Meazza.
Incluso, la escuadra madrileña tuvo la primera clara del encuentro. Sin embargo, el remate de Samuel Lino se fue largo, lejos de la portería del meta local Yann Sommer.
Pasados los 20 minutos, la iniciativa pasó de lleno a los pies de la squadra nerazzurra. Un remate de Lautaro Martínez que dio entre el torso y el brazo de Nahuel Molina se convirtió en la primera polémica del duelo, aunque el VAR no advirtió el penal.
El mismo Martínez fue gran protagonista en la ofensiva del local. A los 32 minutos, un remate del argentino desde el borde del área no alcanzó a bajar para comprometer al golero esloveno Jan Oblak. Cinco más tarde, los mismos protagonistas. Claro que esta vez, el cabezazo del transandino llegó a las manos del balcánico.
En el final del primer tiempo, la presión de Inter se hizo más pronunciada. A los 38′, Rodrigo de Paul entregó mal y propició el contragolpe del local, pero el remate de Martínez rozó en José María Giménez para irse al tiro de esquina.
A dos del descanso, una nueva pelota rescatada en el medio terminó en un remate del otro atacante titular interista, el francés Marcus Thuram, que cayó en las manos de Oblak.
Al fin Arnautovic
Justamente, en esa última jugada de peligro en la primera parte, el delantero galo se lesionó y no volvió en la segunda parte. En su lugar lo hizo el austríaco Marko Arnautovic, el elegido de Simone Inzaghi por sobre el chileno Alexis Sánchez.
Pero el ingreso del artillero germánico tuvo más dudas que certezas. A los 49 minutos, el jugador cedido desde Bologna se perdió el primero de manera increíble, después del centro del lateral Federico Dimarco.
Es cierto que la presencia de Arnautovic entregó una presencia de área a Inter, pero el gol no llegaba. A los 53′, el austríaco no alcanzó a darle dirección a su remate de cabeza.
Al otro lado, entre Lino y Llorente ponían en apuros a la adelantada última línea de Inzaghino, pero erraban por poco la conquista que hubiera cambiado el destino del duelo y la eliminatoria.
A los 63 minutos, el austríaco volvió a fallar. Esta vez de manera insólita, luego de una preciosa jugada combinada con Lautaro Martínez, la misma que terminó con el europeo solo en el punto penal, pero cuyo disparo se fue sobre el arco.
Diez más tarde, erró otra vez frente al arco de Oblak. El centro de Denzel Dumfries encontró solo al atacante en la boca del arco, pero no pudo meter la punta del pie para solo empujar el balón.
A esa altura del encuentro, la presión de los lombardos se hacía insostenible para el Aleti. A los 77 minutos, el local volvió a avisar, cuando el potente cabezazo de Lautaro fue bien contenido por el golero esloveno.
A los 79′, elenco interista por fin puso cifras a su hegemonía. Un rápido contragolpe gestado por Martínez terminó en un mano a mano que ganó el meta madrileño, pero Arnautovic estuvo atento para acompañar la jugada y rematar el primero.
Cuando el partido se iba, a los 88 minutos, el técnico Inzaghi dispuso el ingreso del chileno Sánchez por Lautaro Martínez. Si bien solo jugó un poco rato, igual estuvo preciso para habilitar a Dumfries en la jugada que bien pudo ser el segundo.
Sin embargo, el marcador no se movió más y los italianos, al menos, cumplieron la tarea en la Plaza San Siro para llegar con un poco más de soltura a la revancha que se disputará el miércoles 13 de marzo, en la capital de España.
En el otro encuentro disputado ayer, Borussia Dortmund sacó un valioso empate 1-1 en su visita al PSV Eindhoven, subcampeón de los Países Bajos.