Manchester City se llevó un punto importante en su visita a Leipzig. En dos tiempos distintos, el primero para los británicos, quienes en la segunda parte se vieron ampliamente dominados por el peligroso equipo sensación de la Bundesliga que igualó 1-1 en la ida de los octavos de final de la Champions League.
Basta que comience a rodar la pelota para darse cuenta por qué los británicos son uno de los tres equipos invictos en esta versión de la Champions League. Una escuadra disciplinada, con multiplicidad de variables para llegar al gol y cuyo juego se basa más en los movimientos de sus jugadores, que en las individualidades.
Con el sello de los equipos de Josep Guardiola, presión alta, líneas adelantadas y con un predominante juego a un toque. Por algo el cuadro de los Ciudadanos es el exclusivo favorito en las casas de apuestas para ganar el trofeo que falta en las vidrieras del millonario proyecto.
Porque el cuadro alemán, generado en base a la espléndida billetera de una bebida energética, supo contener al cuadro inglés en el inicio del duelo. Intentó defenderse con la pelota, pero lo cierto es que muy pocas veces logró esa iniciativa.
Pero el campeón de la Premier League, al margen de ese pressing, siempre están en la búsqueda del error del rival. Así ocurrió a los 27 minutos, tras una mala salida del volante austríaco Xaver Schlager, quien perdió el balón ante Jack Grealish para que este último alargara al argelino Riyad Mahrez, autor de la primera cifra con un definición perfecta.
La conquista alteró el libreto del cuadro local que dirige el alemán Marco Rose. Rodri y el mismo Grealish pudieron aumentar las cifras en la primera fracción.
Al otro lado, Leipzig intentó incomodar a los visitantes, fue muy poco el dividendo que sacó. Un remate de Timo Werner, en los descuentos del primer tiempo, fue la exclusiva ocasión del elenco germano.
Empate justificado
El segundo tiempo inició con mucho más vértigo que la parte anterior. Mahrez estuvo cerca de aumentar las cifras para los Citizens, pero después de esos seis minutos iniciales, el cuadro alemán toma realmente la iniciativa.
A los 53 minutos, el zaguero germano de origen ghanés Benjamin Henrichs estuvo muy cerca de empatar las cifras, pero su cabezazo desde el punto penal se fue muy poco sobre el arco. Un par de minutos más tarde, un tiro cruzado del mismo jugador hizo pasar susto al meta brasileño Ederson.
Eran los mejores momentos del elenco de la “pequeña París”, refrendados por un gran desborde de Werner que terminó en la salvada del meta del cuadro inglés.
A los 70 minutos, el dominio de los alemanes se hizo insostenible para los dirigidos del catalán. El remate del húngaro Dominik Szoboszlai obligó a otra gran reacción del arquero visitante. Sin embargo, en el córner siguiente, el cabezazo del zaguero croata Josko Gvardiol -una de las figuras en Qatar 2022- permitió el empate de Leipzig.
En los minutos finales, el gran favorito intentó retomar la dinámica que sostuvo en la primera fracción, pero fue el local el que terminó mucho mejor para rematar 1-1. Una situación que abriga las esperanzas de los germanos para el duelo de vuelta, el 14 de marzo en el Etihad de Manchester.
En el otro duelo disputado en la jornada, Inter logró un postrero triunfo en Milán ante el Porto lusitano. El tanto del delantero belga Romelu Lukaku, a los 86 minutos, permitió el triunfo de los italianos.