Real Madrid dio el primer golpe para avanzar en la Champions League. El cuadro de Chamartín viajó hasta Leipzig para vencer por la cuenta mínima. Un resultado más que mentiroso, ya que el cuadro teutón fue ampliamente superior al hispano, que tuvo como gran figura al meta Andriy Lunin, reemplazante del lesionado titular Thibaut Courtois, fuera por toda la temporada.
Porque el cuadro merengue vivió una pesadilla en los primeros minutos en suelo alemán. El reloj de juego no llegaba a los dos minutos, cuando el juez bosnio Irfan Peljto anuló el gol al cuadro local, por fuera de juego de Benjamin Henrichs, aunque el marcó de cabeza fue del esloveno Benjamin Sesko.
Fue el anuncio de que sería una jornada amarga para los dirigidos de Carlo Ancelotti, quien debió improvisar una zaga con Aurélien Tchouaméni y Nacho, debido a la gran cantidad de lesiones que golpea al plantel madridista.
El mismo Sesko recibió un pase filtrado a los 4 minutos, pero no pudo darle a la pelota en inmejorable posición. Porque el libreto era siempre el mismo, los germanos presionaban bien arriba al elenco hispano y siempre encontraban espacios para rematar.
Así ocurrió a los 10 minutos, cuando el meta ucraniano del Madrid Andriy Lunin tapó la más clara en los pies de Sesko, quien se convertía en un problema sin solución para los improvisados centrales.
El mismo esloveno tuvo una nueva opción, cuando recibió un pase de Dani Olmo para que rematara en la parte externa de la red, tras un roce en Tchouaméni.
El cuadro de Carletto no terminaba de pasarla mal. Su talentoso mediocampo no podía ante el ímpetu de los teutones y sus hombres en punta hacían bien el trabajo por las bandas, pero sin un referente de área.
Prueba de ello fueron las dos opciones claras de los blancos en la primera fracción. Un remate débil de Rodrygo y otro muy desviado de Vinícius Júnior, cuando se extrañaba más que nunca al inglés Jude Bellingham.
Las coordenadas con las que terminó la primera parte, con un Leipzig eminentemente superior ante el puntero de LaLiga que, prácticamente, terminó pidiendo la hora.
Pero los grandes equipos están conformados de enormes individualidades. Al inicio del tiempo complementario, el encuentro se desarrollaba en la misma dinámica. Eso hasta que Brahim Díaz.
El hispano-marroquí eludió rivales desde la derecha al centro y buscó el momento preciso para clavar un zurdazo perfecto, que hizo imposible la reacción del meta húngaro Péter Gulácsi.
Una conquista que abrió el partido. Leipzig no renunció a su atrevimiento y tuvo un par de ocasiones claras que evitó el meta Lunin, quien a la larga fue la figura del cuadro más campeón del torneo.
Aunque el elenco germano también dejaba espacios, los mismos que hacían peligroso el contragolpe de los dirigidos de Ancelotti. A los 72 minutos, Vini tuvo la más clara, cuando su toque de revés dio en la base del vertical, que no pudo ser capturado por Díaz.
Los diez minutos finales fueron los mejores del meta de Madrid. Resistió dos potentes remates y un nuevo mano a mano con Sesko, quien volvió a perder ante el meta ucraniano, la gran figura del triunfo merengue.
El campeón no falla
Manchester City no pasó mayores contratiempos para imponerse en el primer enfrentamiento ante el sorprendente FC Copenhague, el mismo equipo que dejó en el camino a Manchester United en la fase grupal.
El actual monarca de la Champions League solo demoró 10 minutos en imponer su jerarquía. Una jugada combinada entre Phil Foden y Kevin de Bruyne terminó en el remate seco de este último futbolista, para el 1-0.
Un grosero error del golero Éderson, en la salida de los Ciudadanos, permitió el empate de Magnus Mattsson, a los 34 minutos. Sin embargo, Bernardo Silva volvió a demostrar su eficiencia al dar la ventaja al equipo británico, en los descuentos del primer tiempo.
En los descuentos del partido, Foden dejó el marcador 3-1 final para tener un duelo de vuelta un poco más relajado. Los duelos definitorios de estas dos primeras llaves se jugarán el 6 de marzo.