La lógica se dio en la primera semifinal de la Copa de Alemania. El Bayer Leverkusen clasificó a la final del certamen luego de vencer sin mayores sobresaltos al Saarbrücken, club de la cuarta división, por 0-3. Charles Aránguiz fue titular y el capitán de su escuadra. Estuvo en cancha 70 minutos. Fue reemplazado por Exequiel Palacios.
El local, que entró en la historia de la DFB Pokal al ser el primer semifinalista proveniente de la cuarta categoría alemana, estaba ilusionado en la previa. Lukas Kwasniok, el entrenador, dijo que si se metían en la final “sería el mayor milagro desde la resurrección de Jesucristo”. Pero en la cancha el panorama fue distinto, porque el Leverkusen presumió de su condición de equipo de élite.
El equipo del neerlandés Peter Bosz abrió la cuenta en los 11’, con tanto de Moussa Diaby, luego de un hermoso pase de Demirbay. Luego, en los 19’, llega el 0-2 del argentino Lucas Alario, quien aprovecha una falla defensiva del rival y saca un potente remate de zurda. Antes de los 20’, la serie estaba cocinada. Fue tal la superioridad del primer tiempo que la posesión de balón del Leverkusen fue de 83%. En el segundo lapso, el marcador lo cerró Karim Bellarabi, en los 58′.
De esta manera, el club de las aspirinas vuelve a una final de Copa tras 11 años. En 2009, el cuadro dirigido por Bruno Labbadia, que tenía a Arturo Vidal, cayó 1-0 con el Werder Bremen, con gol de Mesut Özil.
El rival del Leverkusen se definirá mañana, entre Bayern Múnich y Eintracht Frankfurt. La final será el 4 de julio, en Berlín.