El Chelsea no quiere más hinchas racistas. Por lo mismo lanzó un plan educativo donde los radicales identificados en conductas xenófobas podrán optar a dos opciones: quedarse suspendidos de asistir al estadio o ir, en una visita guiada, al campo de concentración de Auschwitz.
"El Chelsea cree que prohibir a los hinchas racistas no funciona, por lo que el club está dando a los radicales la oportunidad de aprender visitando Auschwitz", expresó Bruce Buck, presidente de los Blues. La idea que busca esta iniciativa es que los hinchas racistas puedan palmar en primera persona los campos de exterminio y de trabajo con el fin de generar una reflexión.
"Si solo les pones prohibiciones, nunca cambiarás su comportamiento. Esta política les da la oportunidad de darse cuenta de lo que han hecho, de hacer que quieran comportarse mejor", explicó Buck.
El club londinense ha sido pionero en este tipo de iniciativas. Este año Román Abramovich, dueño del Chelsea, lanzó en enero la campaña "Di no al antisemitismo" buscando impulsar la tolerancia.