Chile aspira solo a un Dakar de paso

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La baja de Ecuador abre la opción del regreso de Atacama, pero el gobierno es claro: no habrá más aporte.



Ya pasó una semana de mayo. A esta altura del año, los organizadores del Dakar, la carrera que se realiza en Sudamérica desde 2009, ya están en terreno buscando las rutas precisas de un recorrido anunciado, a más tardar, a principios de abril. Pero es mayo y nada pasa y en Francia parte la desesperación.

En Chile también, pues los pilotos necesitan saber si la prueba pasará por Chile para iniciar la promoción de sus proyectos y buscar auspicios. Así lo señala Pablo Quintanilla, quien dice que "no saber genera cierta angustia e incomodidad, uno ya comienza a programar el resto del año. Espero que las autoridades revalúen la situación más allá del presupuesto, que sé que no es bajo, pero sí sabiendo los beneficios económicos que deja la carrera".

Como nunca las negociaciones han sido complicadas para ASO este año. El socio de siempre, Argentina, no se anotó para 2019, por problemas presupuestarios y centrar sus esfuerzos para el regreso de la Fórmula Uno. Perú, luego de estar descartado, aparece como el único seguro, y Bolivia, muy resistido por los pilotos por la dureza del recorrido, volvería obligado, pues Ecuador también se bajó y Chile pende de un hilo.

Hace un par de días el ministro de Turismo de Ecuador, tras una reunión con empresarios petroleros de su país, anunciaba que la carrera arribaba a Ecuador, pero protocolos arqueológicos lo alejarán, al menos, hasta 2020.

Según explican quienes han tenido acceso a las negociaciones, el asunto se genera en Perú. El norte de ese país, por donde se llega a Ecuador, es muy diferente al sur: no tiene un mapa completo de los lugares arqueológicos por proteger y sin ese estudio no puede haber carrera.

Un recorrido entre Perú y Bolivia aparece como poco atractiva. Entre Lima y Uyuni hay 2.000 kilómetros; 4.000 si se regresa y los Dakar tienen, en general, 9.000 kilómetros, por lo que más de la mitad del recorrido debería hacerse en loops.

La bajada de Ecuador de la contienda es una buena noticia para Chile, pues a ASO se le reducen las opciones. Sin embargo, desde el gobierno mantienen la expectación, aunque se dan luces de lo que puede ocurrir esta semana.

Ayer, la ministra del Deporte, Pauline Kantor, se apuró en señalar que "no está todo decidido", aunque deja claro hacia dónde se ha movido la negociación. Inicialmente el gobierno quería que Chile se quedara con la partida de la carrera, que sería el hito que más deja en ganancias. El presupuesto inicial eran cuatro millones de dólares, pero la falta de financiamiento para proyectos que el gobierno denunció hace unos días hace todo más difícil. "Hoy la largada ya no está sobre la mesa, por lo tanto aún está en conversaciones", aclara Kantor,

La nueva oferta chilena sería de dos millones de dólares por cuatro etapas (los franceses cobraban originalmente un millón por día). "El Dakar nunca estuvo en el presupuesto de 2018. Y estamos con una política de austeridad, con prioridades en Sename o pensiones, por el déficit fiscal mayor que lo proyectado. Además, tenemos que comenzar a proyectar a promesas y talentos para los Panamericanos de 2023", complementa Kantor.

Representantes de la Fórmula E y el Mundial de Enduro también estuvieron en el Mindep. Kantor explica qué les dijo: "Los eventos que tienen grandes marcas detrás como auspiciadores deben ser financiados por los privados". Eso lo saben también en ASO.

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