La ausencia de Charles Aránguiz de los partidos de la Selección frente a Paraguay y Ecuador marcó otro episodio de conflicto entre la Selección y los clubes de Europa, propietarios de los pases de las principales figuras de la Roja. El domingo, mediante un comunicado, la ANFP oficializó la liberación del mediocampista de la convocatoria que, el martes 2, el técnico Martín Lasarte había anunciado con miras a dos encuentros cruciales para las aspiraciones de Chile de clasificar al Mundial de Qatar. El Príncipe estaba lesionado. Así lo había informado el Bayer Leverkusen el 19 de octubre. Ese día, en un escueto comunicado, el club habló de una lesión en la pantorrilla. Aunque no especificó de qué se trataba, fijó su reaparición para “después de la fecha internacional de noviembre”. Sin embargo, en Juan Pinto Durán optaron por citarlo con la esperanza de que, al menos, pudiera actuar en el segundo duelo. Pretendían revisarlo en el búnker del combinado nacional.

La dinámica continuó. El director deportivo de la selecciones nacionales, Francis Cagigao, advirtió que Aránguiz sería convocado de igual forma, para ser revisado en Santiago, mientras el técnico del equipo farmacéutico, Gerardo Seoane, no lograba entender la citación, considerando que el futbolista estaba en desmejoradas condiciones. “A cinco días de unirse a su equipo nacional, aún no está trotando, aún no puede tocar el balón. No puede estar disponible”, decía el estratega. El tema se zanjó con un nuevo comunicado y, otra vez, con munición gruesa hacia el club alemán. “La decisión fue adoptada luego de recibir con posterioridad a su citación la información médica (diagnóstico, exámenes y pronóstico), solicitada con una semana de anterioridad a esta, y el retroceso en la recuperación del jugador en las últimas 48 horas”, establece el documento.

Frente a frente

No es primera vez que la Selección se ve enfrentada con un club europeo por alguna de sus principales figuras. En noviembre del año pasado, por ejemplo, se desató una auténtica guerra con el Inter de Milán, a propósito de la condición física en la que llegaba el Niño Maravilla al partido frente a Perú. “Con todo el respeto que se merecen las instituciones europeas y mis colegas europeos, ojalá nos los cuidaran (a Alexis) mejor que nosotros. Ojalá, así como los respetamos nosotros ellos respetaran a nuestros cuerpos médicos, porque si de algo me siento orgulloso es del profesionalismo del cuerpo médico de esta selección chilena. Ojalá nos hubieran hecho caso cuando llegó Alexis y lo hubieran evaluado, y no hecho jugar 45 minutos y luego 90. Ojalá lo hubieran cuidado como lo cuidamos nosotros. Nos tenemos que respetar mutuamente. Ya no es la época de la colonia”, disparó Reinaldo Rueda en la conferencia de prensa previa al encuentro.

Alexis Sánchez, en el duelo ante Venezuela.

La respuesta desde Italia no tardó en llegar. “El FC Internazionale Milano considera inaceptables, ofensivas y desiguales las declaraciones del seleccionador chileno Reinaldo Rueda. El club siempre ha tenido la máxima colaboración y excelentes relaciones con todo el personal de las selecciones nacionales”, contestaron los lombardos, mediante un comunicado. Los peninsulares responsabilizaron a la Selección de los problemas físicos del Niño Maravilla. “En el caso particular de Alexis Sánchez, el jugador se ha encontrado con un problema físico en casi todas las convocatorias con su selección. En uno de ellos sufrió una grave lesión que lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante tres meses. Esto supuso un grave perjuicio deportivo para el club, que siempre ha estado atento a la salud de sus jugadores”, espetaron.

Una batalla en inglés

A fines de agosto de este año, el Covid-19 fue el responsable de otra batalla. En esa fecha, el Blackburn Rovers y el Watford, ambos de Inglaterra, negaron a Ben Brereton y Francisco Sierralta, respectivamente, en función de la prohibición de los habitantes de ese país de viajar a los países considerados como parte de la Zona Roja de la enfermedad. Sudamérica en su conjunto cabía dentro de esa consideración, por lo que ni el ariete ni el defensor pudieron embarcarse, con el consiguiente perjuicio para la Selección en el sentido de no poder contar con dos piezas que, a esas alturas, ya comenzaban a transformarse en importantes. “Está claro que uno mira hacia uno. Es una cuestión que nos preocupa. Tengo miedo de que esto se pueda transformar en algo más reiterado. Hay pautas de la FIFA que no se están cumpliendo. Sudamérica está siendo perjudicado. Las ausencias de Francisco y de Ben nos perjudican, me hubiese gustado contar con ellos. En un grupo armado, siempre que alguien no esté, perjudica”, decía Lasarte.

Sin embargo, aunque otros países, como España e Italia, imitaron la medida y se plegaron al bloqueo, la Roja pareció ser el principal perjudicado por la intransigencia de los clubes. De hecho, otras selecciones, como Argentina y Colombia, no tuvieron mayores inconvenientes para contar con sus principales cartas. Eso sí, los transandinos se metieron en líos ya estando en la cancha para enfrentarse a Brasil. En uno de los peores papelones que recuerde el fútbol sudamericanos, ese encuentro fue interrumpido por autoridades sanitarias brasileñas, quienes aseguraron que los cuatro jugadores transandinos pertenecientes a clubes de la Premier League no habían cumplido la cuarentena preventiva.

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