Siempre hay ganas de ver a la selección chilena, con la ilusión de que retome un camino que la llevó a codearse en la élite mundial, con un fútbol atractivo a la vista y que refleje una mentalidad ofensiva. Sin embargo, el deseo choca con la realidad, esa que muestra a una Roja que continúa buscando su identidad y que está cada vez más lejana a esa estructura que le permitió ser el mejor de América (la envidia del continente) dos veces seguidas. No tuvo nada que hacer ante la mundialista selección de Marruecos, que venció por 2-0 de manera justificada.
Perfectamente se puede considerar esta gira en Europa el “real” pistoletazo de salida a la era del Toto Berizzo, porque asumió muy próximo a los partidos anteriores en Asia, y la lista no fue elaborada por él. Dicho esto, la idea era apreciar algunos atisbos de la idea que tiene el DT campeón con O’Higgins en el Equipo de Todos, pensando en que falta bastante aún para competencias oficiales (léase, Eliminatorias). Al frente estaban los Leones del Atlas, que contaron con una nutrida y bulliciosa fanaticada en Barcelona, y que tuvieron el estreno del seleccionador Walid Regragui.
Más allá del resultado, la primera y gran diferencia entre ambos cuadros es el ritmo. A Chile le costó contrarrestar la verticalidad de los magrebíes, aprovechando las lagunas en las bandas de los nacionales. La Roja salió, tal como se anunció en la previa, con tres en el fondo y dos laterales (Delgado por la derecha y Mehssatou por la izquierda, con perfil cambiado) que lo pasaron mal ante los intentos de, por ejemplo, Mazraoui y Ziyech. El equipo de Berizzo intentó presionar alto en el inicio del juego, sin embargo los espacios que dejaba en la zaga empezaron a florecer. En ese sentido, Brayan Cortés cumplió con una correcta labor.
La primera ocasión de los africanos fue en los 7′, con un cabezazo de Dari que se fue desviado por poco. Estacionándose por la derecha, Hakim Ziyech fue un constante dolor de cabeza para Mehssatou. Chile no elaboraba juego. Se saltaba líneas para llegar rápido al terreno contrario, con un Ben Brereton que entraba solo a la brega con los zagueros rivales. El atacante del Blackburn tuvo la única chance del primer tiempo, en los 12′, con un remate frente a frente con el golero Bono, que alcanza a manotear para que el balón de en un poste. Mientras que Alexis Sánchez, la esperanza ofensiva nacional, levantaba la mano pidiendo la pelota y que sus compañeros se adelanten en la cancha. Por pasajes, se le notó mosqueado al hombre del Marsella.
En un partido que tuvo la concentración de los futbolistas en la mitad del campo, a la Roja le resultó complejo equiparar el ritmo de Marruecos, que por poco no abrieron la cuenta antes del descanso. En los 44′, un remate de Mazraoui pasó cerca del segundo palo de un Cortés que quedó inmóvil.
Para el complemento, Berizzo hizo un par de modificaciones en el medio. Salieron Aránguiz y Pulgar, dos que no fueron factor en el juego, e ingresaron Núñez y Alarcón. El caso del volante del Norwich es paradójico. Se esperaba su titularidad, amparado en su buen presente en Inglaterra, pero durante el segundo lapso apenas intervino en el partido. A la larga, Marruecos mantuvo la superioridad que ejerció en la primera parte. En los 52′, se anuló un gol a Achraf Hakimi, por un fuera de juego de Dari, tras un tiro libre del lateral del PSG. Chile, esporádicamente, se acercó al arco de Bono. En el único tiro al arco del complemento, Arturo Vidal estrella el balón en el travesaño.
Uno de los puntos bajos de la jornada fue Paulo Díaz. El zaguero de River quedó retratado ante la velocidad de sus rivales. Cometió excesivas faltas y se le sancionó un penal en los 64′, por una mano. En definitiva, ejecutó Boufal para el 1-0 de los marroquíes. Los hinchas africanos estaban tan exaltados que varios invadieron la cancha, interrumpiendo el partido, uno cuyo desenlace corrió algún riesgo. Después, en los 78′, llegó el segundo tanto de Sabiri, con un remate de distancia que encontró una feble resistencia de Cortés.
Ya con el final más o menos escrito, Berizzo hizo más cambios, cambiando de esquema a un 4-3-3. Pero el trámite estaba sellado.
No hay gol
La Selección está con la pólvora mojada. Más allá de la competencia, más allá del técnico. Chile no hace goles. Es así de crudo el momento del combinado absoluto. Ya se arrastraba una racha negativa de 455 minutos sin convertir, en partidos clase A (oficiales y amistosos). Con los 90′ ante Marruecos, esto se estira.
Ahora, la mala racha es de 545 minutos sin goles a favor. En otras palabras, poco más de seis partidos sin meter la pelota en la portería contraria. El último tanto de la Roja fue de Alexis Sánchez, a Bolivia, en el triunfo en La Paz por las Eliminatorias. Ese encuentro fue en febrero. Este martes, ante Qatar, hay una nueva oportunidad. No solo para acabar con la impericia ofensiva, sino que además para mostrar una cara renovada. Lo que queda claro es que el camino hacia 2026 va a ser complejo.
Ficha del partido
Marruecos 2: Y. Bounou; A. Hakimi, A. Dari, R. Saiss, N. Mazraoui; A. Ounahi (67′, A. Harit), S. Amrabat (82′, Y. Jabrane), S. Amallah (76′, A. Sabiri); H. Ziyech (82′, A. Ezzalzouli), Y. En-Nesyri (67′, W. Cheddira) y S. Boufal (75′, Z. Aboukhlal). DT: W. Regragui.
Chile 0: B. Cortés; P. Diaz (73′, D. Valencia), G. Medel, V. Huerta; J. Delgado, C. Aránguiz (46′, M. Núñez), E. Pulgar (46′, W. Alarcón), A. Vidal (83′, D. Valdés), N. Mehssatou (73′, G. Suazo); A. Sánchez y B. Brereton (83′, J. Meneses). DT: E. Berizzo.
Goles: 1-0, 66′, Boufal, de penal; 2-0, 78′, Sabiri, con un fuerte remate de distancia.
Árbitro: M. Dohal (SVK). Amonestó a Ezzalzouli (MAR); Medel, Díaz, Vidal, Delgado (CHI).
RCDE Stadium, Barcelona (ESP). Asistieron 25 mil personas, aprox.