En esta etapa de experimentos que está llevando a cabo Reinaldo Rueda al mando de la selección chilena, los errores no están en ninguna planificación. Menos que un jugador se haga expulsar a la media hora por pegar un codazo. Y que dos de los tres goles del rival cuenten con la colaboración directa de los futbolistas de la Roja.
Chile pagó caro sus errores en Austria. En su propia área y también en la contraria. Y no sólo a la hora de definir. La Roja, con un hombre menos por más de 60 minutos cayó 3-2 ante Rumania y cedió su invicto bajo la conducción del técnico cafetero.
No arrancó bien Chile en todo caso. Le costó entrar en ritmo. La disposición táctica del equipo, con tres volantes por detrás del único ariete, en este caso Castillo, y dos pivotes, como Reyes y Medel, a esta altura el sello indeleble de Rueda desde que asumió, no se asentaba en la cancha. De hecho, más allá de tener control del balón, el equipo no tenía profundidad. No aparecían los externos, en este caso Martín Rodríguez y Ángelo Sagal, y sólo a través de Paulo Díaz, asentado como lateral derecho, lograba generar sorpresa en los últimos metros.
Rumania hacía poco. Agazapado en su campo a la espera de algún error o desconcentración de Chile para aproximarse al área defendida por el debutante Collao. Estaba claro que le iba a sacar el máximo rédito a cada detalle que le permitiera el equipo de Rueda. A los 13 minutos, apareció el error, después de un lateral, ante una mala marcación de Reyes. Stanciu se sacó al volante muy fácilmente y con un remate al segundo palo dejó sin opción el portero que hoy juega en Cobreloa.
Eran los peores minutos de Chile en el partido. Para colmo, Castillo vio la tarjeta roja en el minuto 30 por un golpe sin balón y se pensó lo peor. Pero en la misma jugada, una vez reanudado el partido, Maripan aprovechó un gran centro de Valdés para igualar el marcador. Curiosamente, a partir de la igualdad, la Roja se vio mejor, bajo la batuta de Medel y Reyes. Entre ambos, se adueñaron del partido y comenzaron a hacer jugar al resto.
Justamente, el volante que aún pertenece a la U guapeó una pelota a la entrada del área de Rumania y con un remate bajo puso en ventaja a Chile recién iniciado el segundo tiempo. Pese a la desventaja numérica, la Selección se imponía en el trámite y sacaba merecida ventaja en el marcador.
Pero los errores volverían a condenar a la Roja. Esta vez sería el turno de Collao, quien regaló un balón en la salida, al que Rumania la sacó máximo provecho. En tres toques, el cuadro europeo dejó a Deac de cara al gol a los 66 minutos. La igualdad golpeó duro a Chile, que empezó a sentir el cansancio de estar con un hombre menos. Pero pese al cansancio, tuvo la chance en los pies de Bizama de lograr una nueva ventaja, pero el centro de Sagal no fue todo lo preciso que necesitaba la jugada.
Pero a esa altura la cancha estaba inclinada hacia el arco de Collado. Rumania no quería irse con el sabor de un empate y empezó a acechar el área chilena. Así, Budescu a los 84 minutos encontró premio a la presión y decretó el 3-2 final en favor de los europeos.
Así arrancó la gira por Europa de la Roja. La derrota no debe tapar el buen funcionamiento colectivo por largos pasajes. No obstante, los errores, muchos de ellos producto de la inexperiencia, terminaron condenando a Rueda a su primer traspié al mando de Chile.