Corría el minuto 95 con cinco segundos, las 9.997 personas que llegaron al estadio El Teniente celebraban la clasificación al hexagonal final. Pero en ese instante, cuando bastaba con sacar la pelota del área, Colombia logró el milagro y después de un centro rasante y no muy fuerte de Carlos Cuesta, que desvió Axl Ríos, consiguió el 0-1, el único resultado que le servía para avanzar.

Lo que vino después fue de película de terror. Rostros desencajados, llanto, desolación. Un Héctor Robles al borde de las lágrimas no encontraba respuestas a lo que estaba sucediendo. Increíble, pero cierto. Tan increíble como la permanencia del DT tras su fracaso en el Sudamericano anterior.

Como casi siempre ha ocurrido en lo más de 100 años de historia del fútbol chileno, la calculadora nuevamente volvió a ser protagonista. Esta vez en la última fecha del Grupo A del Sudamericano Sub 20, que se disputa en el país. Dos resultados le servían a la Roja para avanzar al hexagonal final: ganar y empatar. A su rival, Colombia, solo uno: la victoria. Un escenario que anticipaba una verdadera guerra psicológica en Rancagua.

A pesar de tener esa pequeña ventaja y de llegar envalentonado tras vencer a Brasil, los nervios del combinado nacional se hicieron evidentes en el inicio. No habían pasado ni 30 segundos y Chile ya quedaba mal parado tras perder un balón en la mitad. Para fortuna criolla, el cuadro cafetalero no resolvió de la mejor manera. La tensión se notaba en las tribunas, donde el silente público esperaba ese desahogo que nunca llegó.

Los dirigidos de Robles se encargaron de controlar el balón y mantenerlo lo más lejos posible de su área. Eso sí, tampoco causaron peligro en la zona adversaria, más allá de sus intentos por las bandas. Cuando parecía que el anodino primer tiempo se iba sin pena ni gloria, llegó la expulsión del colombiano Jader Valencia, quien vio su segunda amarilla, a los 41', tras propinarle un codazo a Lucas Alarcón.

Iván Morales tuvo un par de oportunidades para desnivelar. A ocho del final, tuvo otra chance tras un memorable carrerón. Sin embargo, el portero caribeño estuvo atento para evitar el tanto. Eso sí, en la jugada siguiente un error suyo casi le da la victoria a Chile.

A pesar de estar más cerca de anotar, el elenco criollo lucía muy extenuado. Y con ese resto físico debió aguantar los últimos minutos, que se hicieron eternos. Pero no supieron hacerlo y la tragedia se apoderó de un equipo, que incluso pese al gran triunfo sobre el Scratch, nunca logró convencer.