La derrota por 2-1 ante Canadá complica el panorama de las chilenas en el grupo E, pero también da con el primer gol nacional en los Juegos Olímpicos, una marca que era necesaria de instalar. Con él, llegaron los mejores momentos de un equipo que ahora deberá vencer a las locales para luchar por ser uno de los mejores terceros y así estar presente en la ronda de cuartos de final.
Las falencias y virtudes de la Selección son fáciles de encontrar. El equipo de Letelier destaca por su entrega y coraje, pero escasea de profundidad ofensiva. Así es como los partidos de Las Rojas en estos Juegos han mostrado un planteamiento similar, no por decir idénticos. Primero Chile defiende y lucha, después busca crear.
Pero casi siempre esos ataques se quedan cortos, haciendo difícil la misión de encontrar a esa jugadora que logre ser desequilibrante en el área rival. Eso provoca que las rivales, en estos casos potencias globales, tengan los espacios y la comodidad para atacar a gusto al arco chileno.
Al igual que con Gran Bretaña, las nacionales comenzaron a ser rápidamente asfixiadas por el rival . El ritmo y la precisión de las norteamericanas eran incontrolables, logrando en 23 minutos ya tener un gol anulado y un penal errado. La anotación estaba al caer, algo que lamentablemente llegó tras un mal despeje de Tiane Endler. Como nunca, la portera chilena falló y le dejó el balón a los pies de la delantera rival, Janine Beckie, quien no perdonó. Se sacó la rabia del penal perdido instalando el 1-0 en el Sapporo Dome.
Las ganadoras del bronce en Londres 2012 y Río 2016 volvieron a demostrar su superioridad cuando recién comenzaba el segundo tiempo. Entraron raudas y aprovecharon un descuido en la defensa criolla para juntar a sus estrellas y poner el 2-0. La dupla de Janine Beckie con Nichelle Prince fue un problema sin solución para las chilenas. Dinámicas y potentes, son la muestra viva del nivel clase mundial que tiene la selección de Canadá.
Pero a los 57′ llegó el que hasta ahora es el momento más importante de la Selección en estos Juegos. Karen Araya a 12 metros del arco rival, esperando la señal para patear el penal. Confiada y serena, con la pelota inmóvil, llamándola para que la meta entre las redes y se pueda decir que Chile anotó su primer gol a nivel olímpico. Una frase que apenas conectó el balón se transformó en realidad.
Un gol que agrandó a Las Rojas. El probar los abrazos, le dio un aire renovado a las chicas, quienes después de descontar jugaron sus mejor momentos en el torneo. Prueba de aquello el palo del minuto 72′, uno que ahogó la celebración nacional de la forma más cruel. Una jugada que seguro dará vueltas en la cabeza de las guerreras nacionales.
Pero el partido y el planteamiento ya eran otros. En esos minutos finales apareció un Chile más irrespetuoso, lanzado. Una actitud que tiene que aparecer ante Japón en el último partido de la fase de grupos. Las matemáticas dicen que la única opción de avanzar a cuartos de final, es que las nacionales lo hagan como mejores terceras, dependiendo exclusivamente de una victoria ante las locales. No es un panorama fácil, pero tampoco imposible. Una vez que le anotaron a Canadá, las chilenas se sacaron las dudas y los nervios. Quieren volver a repetir los abrazos.
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