Los deportes colectivos, como nunca, se han convertido en un golpe de energía para una delegación chilena: el hockey sobre césped, el balonmano y el vóleibol han demostrado un salto de calidad en Lima 2019.
En el caso del vóleibol, ayer los dirigidos por Daniel Nejamkin demostraron un tremendo espíritu ante México al superar un mal primer set, donde cayeron por 20-25. Mejoras en la toma de decisiones y una mayor eficacia defensiva permitieron, luego, superar en mangas consecutivas a los aztecas, rivales que registraban un invicto ante la Roja. Fue una victoria que no dejó sombra de duda en el Polideportivo Callao, por 25-21, 25-22 y 25-20, con gran rendimiento de los hermanos Tomás y Vicente Parraguirre (21 y 17 puntos, respectivamente).
Este último, resumió la alegría colectiva: "Como lo había dicho ayer, México siempre había sido un rival que nos tenía ahí, controlados, y qué mejor sacarnos esa espinita aquí, en unos Juegos Panamericanos. Somos un equipo increíblemente más maduro que el que fuimos en Toronto. No hemos dejado de trabajar desde ese momento. No mejoramos en nada específico, sino que en todas las acciones: atacamos mejor, bloqueamos mejor, sacamos mejor, defendemos mejor...".
Mal comienzo por estrés
Sobre el mal comienzo, lo atribuyó a la tensión. "Al inicio estábamos muy estresados por saber que el objetivo estaba tan cerca, pero luego nos dimos cuenta de que teníamos que salir a jugar el partido y ahí se nos iba a dar para nosotros", matizó. "El vólei es un deporte muy cambiante, pasa por momentos y quien esté mejor durante más tiempo se lleva a os partidos. Por tuvimos la tranquilidad de saber que si algo no salía de inmediato, ya se arreglaría", cerró.
Este éxito ante los aztecas se sumó, además, al otro triunfo inédito del miércoles ante Estados Unidos. Así, más el dramático triunfo por 3-2 de Brasil sobre los estadounidenses (que comenzaron ganador 2-0), se produjo la clasificación de los chilenos a semifinales, donde hoy sábado a las 21.30 se medirán con Argentina. En el preliminar, la otra llave será disputada por Brasil y Cuba.