Antes de que empezarán los Juegos Olímpicos, ya muchos en Chile veían al golf como la opción más clara de una medalla para el país. La figura de Niemann ganaba peso en esa predicción, pero los más visionarios también ponían a Guillermo Pereira dentro de la ecuación. Joaco llegaba a Tokio como una estrella del PGA. Mito, como un novato en el tour más importante del mundo, pero viviendo un presente extraordinario.

Y mediante pasaron los días, cada vez quedó más claro que ambos iban a dar la pelea. Fueron dos caminos distintos, pero igual de relevantes. Uno brillando desde el primer día. El otro superando los problemas y cerrando la última ronda con una remontada fenomenal.

Pero lo cierto es que el golf nacional fue protagonista en Tokio. Demostró el talento de sus dos exponentes y convulsionó la madrugada del domingo de miles de fanáticos, y curiosos, que se posaron frente a la pantalla para ver a dos chilenos lucirse en un deporte de anglosajones.

Mito, de rol secundario a estar a un golpe del bronce olímpico

Cuando comenzó el desempate por el bronce, ninguna historia era tan sabrosa como la del chileno. De pasar las últimas temporadas en el Korn Ferry Tour a lograr el ascenso automático al PGA tras tres victorias en una misma temporada. Ese fue el primer momento álgido de un año soñado para Mito. Tras su llegada la élite del golf mundial, vinieron más aplausos para el santiaguino. Rápidamente se acostumbró a superar cortes y en menos de un mes sumó sus primeros top ten. Una marca que algunos buscan por años, a Pereira solo le costó dos campeonatos. El primero llegó en el Barbasol Championship. El segundo en el 3M la semana siguiente.

Con esa preparación llegó a Tokio. Un certamen donde todo lo que vino realizando explotó. Fue un torneo genial donde todo se le dio y donde solo se demoró una ronda en dejar claro que sería un rostro clave en la lucha por las medallas.

No flaqueó y en cada una de las cuatro rondas jugó increíble. El punto más alto de este viaje olímpico llegó en la segunda jornada, donde terminó seis golpes bajo el par. Una locura para un recién llegado a las grandes ligas. Pero Mito ya ha demostrado con creces que tenía gen PGA desde mucho antes.

Fueron esos rendimientos los que lo dejaron con -15 en la general y metido en el desempate del bronce ante otros seis jugadores. Todos con más historia y trofeos que él, incluidos con ganadores de majors de por medio. Pero Mito no se achicó. Jugó de manera espectacular y solo el capricho del destino lo dejó sin la medalla en su cuello.

Algo que duele, pero que no puede opacar todo lo realizado por Mito. Fue una semana de explosión. Una merecida y que iba a llegar tarde o temprano.

“Una tremenda semana, tremenda experiencia. Agradecer a todos los que nos apoyan, a todos los chilenos. Ojalá poder hacerlo de nuevo y tener un gran resultado para todo Chile”, comentó a TVN cuando cerró la cuarta ronda de los Juegos.

“Agradecer enormemente, se sienten los mensajes, el apoyo y eso nos hace sentir a los dos muy apoyados desde allá y con ganas de sacar algo para Chile para que realmente todos estemos orgullosos y sea algo importante”, cerró el que ahora es el mejor golfista olímpico del país.

Joaco pagó el fastidio de sus primeros días

Es el rostro de la revolución del golf nacional, de eso no hay duda. Con solo 22 años Joaco ya es un referente en el país. Su nombre es sinónimo del deporte donde deslumbra y donde parece destinado a marcar época. Por eso generó tanta expectativa en estos Juegos Olímpicos. Era el gran favorito para saborear una medalla. Algo que tras el primer día muchos descartaron, pero que Joaco nunca creyó imposible.

Tokio fue otro escenario donde la mentalidad de Niemann quedó en evidencia. Cerró el primer día del torneo con un -1 que lo dejaba complicado en la tabla y molesto tras el drive del 18. Pero apenas terminó de competir, se relajó y mostró su confianza en si mismo.

“Se que tengo lo necesario para pelear por las medallas” relató sin pudor tras esa ronda inaugural. Algo que para muchos puede ser soberbia, para Joaco es simple confianza. Una de un clase mundial, de esos deportistas únicos, distintos. Es clase de jugador que sabe que tiene todo para comerse el mundo.

Y así la remontada comenzó a darse. Una que en la ronda final tuvo su jornada más gloriosa. Terminó la cuarta pasada con -14 en la general, a solo un golpe de meterse en la dramática definición por el bronce. Sin esa chance final, el chileno igual se las arregló para terminar en la T10 de los Juegos Olímpicos.

“Uno viene acá a ganar una medalla y ese era mi objetivo esta semana. Me sentí más estresado en la cancha esta semana, entre el calor y el cambio de hora, se sintió como un torneo muy largo. Al final me voy contento por como jugamos los dos de Chile”, declaró a Televisión Nacional el talagantino.

Todos atentos al golf

Si hay algo que sorprendió en la madrugada del domingo fue la atención de los chilenos en torno al deselance de Mito y Joaco. En Twitter eran tendencia, en Instagram aparecían y aparecían en historias y publicaciones. En los grupos de Whatsapp cada vez que metían un birdie llegaban mensajes de asombro. Todo Chile se posó sobre la hazaña de los golfistas, demostrando esa aura especial de los Juegos.

Algo que los mejores golfistas en la historia del país también sintieron. “He visto muchos comentarios de gente que no conoce el golf y que no estaban viendo. Espero que poco a poco vayan familiarizándose más el deporte. Me reí con comentarios de gente que no sabía que era el puntaje, el -3 y cosas así. Es difícil aprender si nunca has jugado, pero los invito a que lo conozcan y nos sigan apoyando”, comentó Niemann.

Mito por su parte tuvo palabras similares: “Agradecer enormemente a todos los que nos siguieron. Se sienten los mensajes, el apoyo y eso nos hace sentir a los dos muy apoyados desde Chile y con ganas de sacar algo para ellos. Queremos hacer algo importante”, fueron las palabras de Mito, quien también hizo un análisis con la posible masificación del golf en el país. “Sería increíble. Para eso se necesita la ayuda de muchas personas y entidades, pero lo que estamos haciendo nosotros sirve para partir”, concluyó.

Fueron cuatro días donde la palabra golf ganó mucho peso en Chile. En un año donde muchos deportistas se bajaron de los Juegos, mirando en menos su valor o justificándose con problemas del calendario, el ejemplo de Mito y Joaco ponen en evidencia lo fácil que un deportista puede ganar un sitial en el colectivo nacional. Representar y vibrar al defender los colores de tu país puede dejarte para siempre con un ídolo o un referente. Ellos lo fueron y lo serán por mucho tiempo. Fueron capaces de revolucionar una madrugada de domingo con sus golpes y sueños. El golf creció en estos Juegos y ellos son los grandes responsables.