Un entretenido y nostálgico encuentro protagonizaron Marcelo Ríos y Nicolás Lapentti sobre la carpeta del Gran Arena Monticello. Un partido entre dos ex tenistas gigantes de Sudamérica, que divirtieron y sacaron los aplausos de los cerca de 3.000 espectadores asistentes que arroparon al Chino en directo en su simbólico retorno a las canchas.
Con intercambio de bromas y constantes referencias a su pasado como profesionales durante el calentamiento, arrancó el aguardado evento, que contó, entre otras cosas, con el capitán del equipo chileno de Copa Davis, Nicolás Massú, en el papel de comentarista. Y con la familia al completo del Chino, claro, incluidos sus padres, su esposa y sus seis hijos, disfrutando del duelo desde la tribuna.
Un duelo con buen ritmo y muchas alternativas que arrancó con el servicio del ecuatoriano (quien llegó a ser número 6 del ranking ATP en 1999) y que Ríos terminó decidiendo a su favor por 6-4 tras infligir un quiebre a su adversario y cerrar el primer set con un autoritario y plástico ace.
La segunda manga resultó igual de ajustada que la primera, con el Chino disfrutando de su regreso sobre la cancha y haciendo alarde también de un temperamento que a punto estuvo de llevarlo a quebrar una raqueta.
Con un gran porcentaje de acierto con su primer servicio y un buen puñado de dejadas y reveses cruzados marca de la casa, el ex número uno del mundo protagonizó una bonita y cerrada lucha por el segundo set con un Lapentti en gran estado de forma a pesar de sus 42 años.
Con 3-3 en la segunda manga y todo aún por decidir en el partido, los contrincantes se tomaron un respiro. Y Lapentti aprovechó para pedir al respetable una ola en honor de Ríos y los 20 años de su ascenso a la cima del tenis mundial. Tras la pausa, y con el duelo cada vez más apretado, el ecuatoriano terminó quedándose con el segundo set por un estrechísimo 7-5 merced a una oportuna ruptura del servicio del chileno en el último game.
Pero en el super tie-break definido para dirimir al ganador en caso de empate, el Chino sacó a relucir su jerarquía y, pese a perdonar tres match point a su amigo y adversario, acabó definiendo la contienda a su favor en el tie break largo por 11-9 con una fantástica dejada para el recuerdo. Habían transcurrido una hora y 40 minutos de partido.
"Más allá del partido lo importante y lo bonito era volver a jugar en Chile. A mí me gusta jugar en serio, al Nico (Lapentti) también y fue un lindo momento. Sobre todo porque los más chicos que no habían podido verme jugar y los niños, pudieron hacerlo", expresó el Chino al término del encuentro, antes de referirse a la negativa recibida a su solicitud de conseguir una invitación para disputar un Challlenger: "Lamentablemente no recibí el wild card para jugar, me sentía bien, pero lamentablemente no se dio. Y bueno, aunque no sé si habrá otra, espero poder seguir entrenando y seguir disputando exhibiciones para que la gente vea que hay Chino para rato", concluyó. El homenaje, consumado, había sido todo un éxito.