Nueva semana, nuevos objetivos para Christian Garin. Después de su opaco paso por Bastad, donde fue eliminado por el argentino Federico Coria en cuartos de final, el número 19 del mundo buscaba su revancha en el ATP 250 de Gstaad, donde debutó ante el australiano Marc Polmans (147°), obteniendo un triunfo categórico, por 6-3 y 6-0, en solo 54 minutos.

Los 1.050 metros de altitud que tiene la ciudad suiza sin duda favorecieron al tenista nacional, que se vio bastante más afinado con sus golpes. La bola le corrió bastante y ya en el primer juego rompió el servicio del oceánico, un rival al que derrotó en la segunda ronda del reciente Wimbledon. Esta vez no fue tan peleado como ese encuentro, y el nacido en Arica dio una verdadera exhibición.

Esa agresividad fue insalvable para su rival. De hecho, en el noveno juego, el pupilo de Franco Davin mostró lo mejor de su repertorio y logró un nuevo rompimiento que le permitió ganar el primer set.

Mientras en los descansos, sonaban canciones tan diversas como La Consentida o Dale Don Dale, Gago no se desconcentró ni bajó la intensidad y se mostró decididido a cerrar el partido rápidamente. El revés fue una arma fundamental para dicho objetivo. Así, en el segundo, en el cuarto y en el sexto juego del parcial siguiente logró los quiebres que lo llevaron a una victoria cómoda.

En los cuartos de final, Garin, que es el cuarto cabeza de serie, se medirá con el francés Hugo Gaston (155°), quien se impuso por 6-0, 6-7 (2) y 7-6 (3) al argentino Federico Delbonis (46°).

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