Christian Garin llegaba a la carpeta del US Open con muchos fantasmas en su cabeza. La temporada no ha sido buena para la tercera raqueta nacional y no haber participado en el Master 1000 de Montreal, le significó un fuerte descenso en el ranking ATP (bajó del 107 al casillero 116).
Por lo mismo, no pudo entrar de manera directa al cuadro de honor del último Grand Slam de la temporada y tuvo que enfrentarse en qualy al hongkonés Chak Lam Coleman Wong (154°), con el cual no registraba enfrentamientos anteriores.
Y el duelo partió bien para el nacido en Arica. Rápidamente se puso 2-0 arriba en el primer set, tras conseguir su primer quiebre en el segundo juego. Y logró mantener a raya al deportista asiático para quedarse con la primera manga por un decidor 6-4.
Todo bien para el chileno. Más aún cuando parte el segundo set con un nuevo break. Pero los fantasmas volvieron y Wong le devolvió la “gentileza” de inmediato. Esto significó que ambos cayeran en la irregularidad y se produjeran varios quiebres, pero en el momento decisivo Garin no estuvo fino y lo dejó escapar en el tie break: cayó 7-4 en la tanda definitoria.
Así se llegó al tercer set. Ambos mantuvieron su servicio hasta el quinto juego, cuando el chileno deja escapar su saque y pide atención del masajista para aliviar una molestia que sentía en la pierna derecha. Tras ello, salta a la cancha y logra reponerse, para poner la cuenta tres a tres.
Más, su recuperación fue un espejismo. Inmediatamente pierde -otra vez- su servicio, lanza su raqueta lejos y no volvió a meterse en el partido. Todos los juegos siguientes fueron para su rival y Wong se adjudicó un cómodo 6-3 para quedarse con el partido y el boleto a la siguiente ronda.
Horas antes, otro chileno también quedó fuera de la justa norteamericana. Se trata de Tomás Barrios (161°), el cual enfrentó al francés Harold Mayot (112°) y no logró jamás meterse en el partido. Le quebraron en el primer game y aunque intentó dar la pelea, nunca consiguió darle ritmo a su tenis y cayó de manera inapelable.
6-3 y 6-2 ganó el galo y dejó al chillanejo con un triste récord de un mes sin ganar un partido y las ganas de revertir esta situación en el Challenger de Porto, donde será el tercer cabeza de serie del cuadro.