Un esperanzador triunfo consiguió Christian Garin (39º ATP) en su estreno en el Masters 1.000 de Madrid. Se impuso por 6-1 y 6-3 al estadounidense Frances Tiafoe (25º), en apenas una hora, y comenzó con éxito la defensa de los cuartos de final de la edición pasada. Y lo más importante, mostrando un muy buen tenis.
En la víspera del encuentro había muchas dudas sobre cómo respondería el chileno a la exigencia del certamen de la capital española. Sus últimas actuaciones en Belgrado y Múnich levantaron la inquietud sobre su real nivel, ya que estuvo lejos de mostrar lo exhibido en Houston, donde llegó a semifinales y con muy buenas victorias.
Y si bien su rival no era un especialista en polvo de ladrillo, su condición de top 25 ya lo hacía bastante peligroso. Sin embargo, el pupilo de Pepe Vendrell tuvo un excelente comienzo. Un quiebre de entrada le ayudó muchísimo a soltarse. Buenas derechas y una interesante velocidad de pelota, también ayudada por los 657 metros de altitud de la ciudad, condiciones muy similares a las de Santiago. Otra ruptura en el quinto juego fue suficiente para sentenciar el parcial.
Con confianza y el aliento de una ruidosa barra chilena, Garin estuvo en un alto nivel. Ganó un 86% de los puntos con su primer servicio y marcó diferencias con la devolución, ya que ganó el 43% de los puntos con el primer saque del rival y el 79% con el segundo.
El duelo, incluso, pudo terminar más rápido, debido a que el norteamericano recuperó un quiebre en el segundo parcial. No obstante, el nacido en Arica tuvo la categoría para cerrar el encuentro, con un notable tiro ganador de derecha. El puño apretado y un grito de desahogo fueron el festejo del tenista que necesitaba una victoria como esta para reafirmar su confianza.
En segunda ronda, Christian Garin se medirá con el canadiense Felix Auger-Aliassime (10º). El historial entre ambos favorece al chileno por 2-1. En el último enfrentamiento, en el Masters 1.000 de Montecarlo del año pasado, Gago se impuso por 7-6 (3) y 6-1.