Christian Garin: “La carrera del tenis no es tan larga y sentía que no estaba aprendiendo”
Luego de un año de títulos, vaivenes y drásticas decisiones, el número 22 del mundo trabaja para 2021 junto al laureado Franco Davin como nuevo técnico.
Hace dos semanas, Christian Garin (Arica, 30 de mayo de 1996) presentó al reconocido entrenador argentino Franco Davin como su nuevo técnico. El coach de los últimos dos campeones sudamericanos de Grand Slam, Gastón Gaudio y Juan Martín del Potro, asumió con la misión de ayudar al actual número 22 del mundo a dar un nuevo salto de calidad en su carrera.
Para Gago esta temporada fue muy extraña, a confesión propia. Un comienzo descomunal, con dos títulos ATP, como el 250 de Córdoba y el 500 de Río de Janeiro (el más importante de su trayectoria profesional), lo ponían como uno de los mejores del año. Sin embargo, llegó la pandemia y casi seis meses de inactividad que erosionaron su confianza y lo llevaron a tomar duras decisiones, como terminar su relación con Andrés Schneiter, el entrenador que lo llevó desde el 159º hasta el 18º lugar del ranking.
Se le escucha distinto, con alegría, desde Miami, donde se prepara junto a su nuevo técnico. “Hice un refresh en mis vacaciones y ahora estoy disfrutando”, explica sobre el periodo de cambios que hoy está viviendo.
¿Cómo han sido estos días de pretemporada?
La verdad es que muy bien con Franco. Desde el primer día, siento que estoy aprendiendo y que él tiene muchas ganas. Es alguien que es súper agradable para compartir. Lo veo muy motivado de enseñarme y yo estoy con una predisposición buena. Siento que tenía mucho por mejorar, me está llevando por el camino correcto y me motiva mucho aprender, más que nada. Todos los entrenamientos han sido de aprendizaje y eso me motiva mucho. Como persona, es lo que me gusta: aprender. Y día a día, siento que lo voy notando.
¿A qué aspectos les han puesto mayor énfasis?
Más a la técnica. Hay ciertas cosas que tengo más por mejorar. Y, de antes de comenzar, me lo marcó y me ha hecho mucho sentido todo lo que me dice. Y, como te dije, siento que cada día aprendo más y más. El trabajo físico esta semana ha estado duro, pero lo vamos compensando bien, y él, planificando, es uno de los mejores.
¿Por qué eligió a Franco Davin como su entrenador?
Primero, porque yo siempre lo veía en los torneos y me gustaba mucho lo que transmitía. Me gustaba mucho, por lo poco que lo conocía antes, cómo veía el tenis. Y cuando supe que lo había dejado con (Kyle) Edmund y yo justo había dejado al Gringo (Andrés Schneiter), fue el único que se me vino a la cabeza. No se me ocurrió alguien más. Cuando llegamos a un acuerdo, me puse muy contento, porque estaba seguro de que me iba a ayudar desde el día uno. Además, es muy capacitado y muy buena persona, también. Y yo soy bastante estructurado en general con mi vida y él, planificando, creo que, si no es el mejor, está por ahí, y eso me da una tranquilidad gigante como persona y como jugador.
¿Por qué cree que le ha costado llegar más arriba en canchas rápidas?
Yo creo que me faltaba la constancia del juego. Pienso que me falta planificar mejor mi juego y eso es lo que hemos hablado con Franco: jugar de la misma manera en todas las superficies y tener las cosas claras. No por jugar en arcilla, voy a jugar distinto en dura... Tener una forma de juego, hacerla y mejorar e ir con eso. Por otro lado, también creo que este año fue muy raro en cuanto a competencias y no hago ninguna evaluación, porque fue súper extraño. Y ahora creo que con este nuevo comienzo estoy con muchas ganas. Estoy seguro de que lo voy a enfrentar muy distinto a lo que fue la vuelta al circuito después de la pandemia, porque cuando paré estaba en mi mejor momento.
En el último tiempo se hizo una constante verlo malhumorado en la cancha, como si no estuviese disfrutando...
Gran parte es por lo que hemos hablado. Yo no tenía claras las cosas en cuanto a mi juego, sentía que no estaba mejorando; que tenía mucho por mejorar y no lo estaba haciendo, y eso me tenía así: compitiendo ni cerca de mi cien por ciento. Obviamente, los torneos no eran lo mismo, había que adaptarse a la forma, porque era súper distinto a lo habitual. En general, sentía que no estaba mejorando, que la planificación no había sido correcta y eso me tenía como tú dices; me tenía bajo de ánimo.
Entonces, ¿por eso viene la decisión de no seguir con Andrés Schneiter como entrenador?
Sí, gran parte es por eso. La carrera del tenis no es tan larga y sentía que no estaba aprendiendo; que no se estaban haciendo las cosas como quizás a mí me hubiese gustado y obviamente le transmití eso a Andrés. Ahora estoy con un equipo que me da tranquilidad... Siempre quise tener un equipo así.
¿Y cómo quedó la relación con su extécnico?
Bien. Por mi parte, bien. Yo no entendí -porque vi unas declaraciones que él hizo- por qué comentó que yo no le dije nada. Porque yo sí lo contacté y le agradecí por todo. Y la verdad es que no entendí por qué dijo eso. Pero yo estoy tranquilo, sentí que fue una etapa que se había acabado, que yo no estaba mejorando... Lo sentí así y lo hice. La carrera del tenis no es muy larga y mi prioridad es siempre seguir aprendiendo y mejorando.
¿Siente que alcanzó un grado de madurez como jugador?
Eso es relativo, creo que sí estoy mejorando. Siento que el próximo año sí o sí voy a ir muy distinto a cómo jugué en la vuelta al tenis. No quiere decir que me vaya a ir mejor o peor, pero sí estoy haciendo todo lo posible para seguir mejorando, con los consejos correctos, y obviamente esto es un proceso... Yo confío mucho en los procesos. No quiere decir que, porque esté con Franco, mañana voy a ser top ten, pero creo que, si hago las cosas correctas, algún día llegará. Creo que lo más clave aquí es entrenar día a día y seguir los consejos del equipo.
¿Se plantea algún objetivo concreto?
Hoy no hay ni calendario, no se sabe qué es lo que va a pasar. Sinceramente yo solo pienso en ir mejorando los detalles que hemos ido trabajando con Franco. Mi objetivo real es ir a competir y dejarlo todo; estar bien de actitud, físicamente bien. Ese es mi objetivo principal, el ranking ya llegará solo en algún momento, pero actualmente yo solo pienso en eso.
¿Ha tenido algún acercamiento con el modelo matemático de su nuevo técnico?
No, todavía no hablamos de eso, pero ya me ha ido comentando ciertas cosas. Por ahora estamos trabajando mucho físico y haciendo mucho trabajo técnico.
Con 24 años, ¿cómo ve el tenis?
La verdad es que el tenis siempre ha sido mi pasión. Vivo para el tenis y además este año hice un cambio en cuanto a lo psicológico. En las vacaciones pensé mucho, me di cuenta de muchas cosas y tengo muchas ganas de ir a la próxima temporada con nuevos aires, nuevas ganas... El tenis para mí siempre ha sido mi pasión. He dejado muchísimas cosas de lado, y el hecho de estar ahí, jugando con los mejores, es un sueño. El tenis es un deporte que siempre me obliga a querer más y más. Día a día pienso en mejorar y es lo único que está en mi cabeza.
¿De qué golpe se siente más orgulloso?
Mi revés lo he mejorado mucho. La derecha esta semana la hemos trabajado bastante, pero el revés es mi mejor golpe y con el que me siento más cómodo.
¿Y cuál le preocupa más?
Para serte sincero, el que me he preocupado más de mejorar, sobre todo ahora en esta última semana, es el saque. Creo que tengo mucho por mejorar con el saque y la derecha, siendo que son buenos golpes que tengo, pero que podrían ser mucho mejores. Obviamente, me faltaban los consejos de Franco. La verdad es que me ha sorprendido mucho toda la información que me ha entregado, ha sido muy buena. Cada día que voy a entrenar, voy con muchas ganas, y eso no me lo esperaba.
Se le nota bien contento...
Estoy feliz y creo que eso es algo que va a ser una prioridad para mí... Disfrutar, porque es un deporte súper duro. Y si no se está bien, contento y con más actitud, me va a pasar lo que me ocurrió en parte del año pasado; que no lo estaba disfrutando. Entonces, eso es una prioridad. Yo soy muy exigente conmigo mismo, pero también hay que saber disfrutarlo. No estaba compitiendo con la actitud correcta y espero que eso no se repita más.
Usted es de los tenistas que reclama bastante los cobros y casi nunca acierta.
De eso no voy a hacer comentarios, ja, ja, ja.
¿Hasta cuándo permanecerá en Miami?
Faltaría casi un mes para competir, pero la verdad es que se ve difícil. No sé qué irá a pasar con Australia. Se ha manejado todo raro, no se sabe nada. Primero había que llegar allá el 10 de diciembre y ahora el 9 de enero, así que estamos esperando noticias concretas y la verdad es que por ahora sigo concentrado en el entrenamiento.
¿Qué le pareció el regreso de Nicolás Jarry?
Estoy contento por él. Vi un poco el primer set y después me fui a entrenar. No debe ser fácil para él volver, va a necesitar muchos partidos para agarrar ritmo. Ya todos sabemos al nivel que jugó y al ranking que llegó. No debe ser fácil. Solo desearle lo mejor y ojalá pueda sumar partidos, porque es clave volver al ritmo de competencia.
Franco Davin decía que Marcelo Ríos lo había llamado. ¿Habló con usted?
Sí. Él me llamó justo el día en que yo había cerrado el trato con Franco y justamente me llamaba para recomendarme a... Franco. Fue muy gracioso. Hablamos bastante y ojalá venga a Miami. A ver si cumple lo que dijo.
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