Cincinnati Bengals protagonizó una de las hazañas más importante del deporte norteamericano en la actualidad. El equipo de fútbol americano regresó al Super Bowl después de 33 años, con un equipo joven, lleno de talento, que despidió a los dos máximos favoritos de la Conferencia Americana para meterse en el máximo partido de la NFL, el próximo 13 de febrero.
El verdadero Underdog como llaman los estadounidenses a los equipos que tienen escasas opciones de lograr un campeonato. Una escuadra que estaba fuera de todos los focos y de los números. Cuando comenzaba la temporada regular, a comienzos de septiembre, el equipo de Ohio pagaba 151.00 veces si llegaba a definir el título y 201.00 si lograba obtener la corona. Hoy, una realidad más que palpable, ya que en el último duelo puede pasar cualquier cosa.
Desde abajo
Sin embargo, las casas de apuestas deportivas tenían la razón cuando avalaban tan escasamente el éxito de los Bengals. Primero, porque en las cuatro temporadas anteriores tuvieron récord negativo en el balance de victorias y derrota. Segundo, porque antes de que comenzara el torneo su joven coach, Zac Taylor, estaba sentenciado para no seguir en el cargo, en caso de una mala campaña. Tercero, porque su mariscal de Campo, Joe Burrow -primera selección del draft universitario en 2020- sufrió una rotura de ligamentos en una rodilla la temporada pasada y no se sabía cómo llegaría a la actual competencia.
Y bueno, el quarterback no defraudó en el regreso. Sumó 4.611 yardas totales en la temporada regular, completó más del 70% de sus pases y consiguió 34 touchdowns con dos triunfos vitales en el final de la temporada regular: Baltimore Ravens y Kansas City; triunfos que le permitieron al equipo meterse como primero en la División Norte de la Conferencia Americana.
Cincinnati es la verdadera Cenicienta del Super Bowl LVI. No sólo por la poca confianza que acumulaba al inicio del torneo, sino también porque su franquicia es una de las de menor valor de mercado (31 entre 32). Según los números de Forbes, el precio del equipo atigrado es de 2.275 millones de dólares, lejos de la más valiosa, Dallas Cowboys, que se empina por sobre los 6.500 millones.
Una aparente carencia que no importó para que el monarca de la Conferencia Americana dejara en el camino a Tennessee (número 1) y a Kansas City (2), ambos triunfos logrados en condición de visita.
Y como no podía ser de otra manera, Bengals otra vez sale desfavorecido en los números en el partido final. Según la línea propuesta por los casinos de Las Vegas, el equipo de Taylor está cuatro puntos abajo que Los Angeles Rams, que jugará el duelo final el 13 de febrero en el estadio angelino SoFi, no por derecho, sino que por la designación hecha mucho antes de que se iniciara la temporada. Claro, que esa ya será otra historia.