Si jugar en Uruguay ya representa una alta dificultad, la llegada no está lejos de esa consideración. La delegación de la Roja lo vivió en carne propia. A poco del arribo, el avión que trasladaba al plantel que dirige Eduardo Berizzo, en el que viajaban, también, dirigentes y algunos hinchas, pagó las consecuencias de la inestabilidad atmosférica. Hubo momentos de temor entre quienes estaban en la cabina.

Las turbulencias fueron las responsables del tenso (e intenso) momento. A pocos minutos de la llegada a Montevideo, la sede del encuentro que abrirá el camino de la Selección al Mundial que organizarán conjuntamente México, Estados Unidos y Canadá, la calma (y más de algún objeto que salió disparado) se rompió de cuajo.

Terror y rezos

Los jugadores, que estaban ubicados en la parte delantera de la aeronave, fueron quienes reaccionaron con más calma. Habituados a los desplazamientos aéreos y a los inconvenientes que suelen producirse en ellos, los futbolistas mantuvieron la tranquilidad.

Metros más atrás, sin embargo, el terror se apoderó de varios. De hecho, hubo miembros de la delegación que apelaron a la fe para sortear el angustiante momento. Según revelan testigos, ejecutivos se pusieron a rezar, evidentemente asustados por los abruptos movimientos.

Los efectos de las turbulencias en el vuelo de la Roja.

La sensación se extendió a directivos, funcionarios y colaboradores del staff. “Es primera vez que me toca algo así”, confidencia uno de ellos a El Deportivo, dando cuenta de la magnitud de la situación.

Largo

Lo más complejo fue el tiempo. “Fueron unos cinco minutos, de los cuales dos fueron turbulencias”, revela otro miembro de la delegación que, en todo caso, le resta importancia al incidente.

Final, y afortunadamente para la integridad del plantel, el staff y los fanáticos que les acompañaron, el percance se superó sin contratiempos adicionales y la Roja pudo desembarcar para, definitivamente, concentrarse en la última parte de la preparación para el choque ante la escuadra de Marcelo Bielsa. Básicamente, el traspaso de información relativa al rival y algún ejercicio de activación muscular. No hubo reconocimiento del campo de juego del Centenario.

Para varios, la exigente prueba que les puso el aire les servirá para enfrentar la también extrema dificultad que representará el estreno ante la escuadra del rosarino.

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