Era el partido más esperado, el que nadie quería perderse. Recién comenzando el año, la Premier League ya entregaba un choque clave para el devenir de la competencia: Manchester City-Liverpool. Los Citizens superaron una empinada valla y acabaron con el invicto de los Reds. Fue 2-1 para los de Pep Guardiola, que se acercan al puntero y encienden el torneo.
Seguramente por la relevancia del mismo, el encuentro fue intenso, rápido y de pierna fuerte. El Liverpool estuvo a punto, más bien a centímetros, de abrir la cuenta. En los 17', tras un remate de Mané al poste, Stones rechaza el balón y éste da en Ederson. El zaguero se redime sacando la pelota desde la línea de meta. No fue gol de milagro.
El primer festejo de la jornada fue para el local, gracias al Kun Agüero. En los 40', anticipa al zaguero croata Dejan Lovren dentro del área y saca un potente remate de zurda al primer palo de Alisson. Golazo del argentino, la referencia ofensiva del cuadro de Guardiola. Pese a la ventaja del City al descanso, el trámite fue de paridad.
El Liverpool no solo buscaba mantener distancia de los Citizens en la lucha por el título, sino que también su condición de invicto, el único del torneo. En los 64', llegó el empate del brasileño Roberto Firmino, con un cabezazo de cara a portería tras asistencia del lateral izquierdo Robertson. Pero la igualdad duró poco. En los 71', un zurdazo bajo de Leroy Sané puso el 2-1 para el City. Sobre el final, los rojos se adueñaron de la pelota y apelaron al pelotazo, pero no les resultó.
Pese a la derrota, los de Anfield se mantienen arriba, con 54 puntos, pero el City quedó a cuatro unidades.