Hablar de Claudio Sepúlveda es hacerlo sobre uno de los máximos referentes de Huachipato durante los últimos años. El volante formado en Universidad Católica es una pieza clave en el plantel y ha sabido estar en los momentos complicados y en los más alegres, como el que hoy viven los acereros, con su tercera corona.
Oriundo de Rancagua, su intención siempre fue jugar en los cruzados y rápidamente destacó por su capacidad y despliegue en las divisiones menores de los estudiantiles. Su buen desempeño lo puso como uno de los proyectos más importantes de la cantera. Es por eso que no fue de extrañar que fuese ascendido rápidamente al primer equipo a temprana edad, para luego enviarlo a préstamo a Rangers de Talca.
Con los piducanos brilló. De hecho, se ganó la titularidad rápidamente, jugando 35 partidos y siendo clave para lograr el ascenso en el Torneo de Primera B 2011. Sin embargo, su regreso a la UC al año siguiente no fue lo esperado, pues el DT de ese entonces Mario Lepe no le dio muchos minutos, lo que luego cambiaría con el arribo de Martín Lasarte. Con el uruguayo en la banca, comenzó como lateral derecho para luego volver a su posición original.
Todo parecía ir bastante bien para Sepúlveda hasta que sufrió su primera lesión importante. Una rotura de ligamentos de la rodilla derecha tras una falta de Cristian Suárez lo sacó de las canchas por seis meses. A su regreso, volvió a tener minutos, pero no logró consolidarse. Así fue como fue enviado a préstamo a Huachipato, donde encontraría su lugar en el mundo.
En lo cuadro acerero nuevamente fue puntal del equipo y se transformó en un líder. A pesar de esas cualidades, a su regreso a la UC no convenció a Mario Salas, por lo que volvió nuevamente al conjunto siderúrgico, que a la larga se quedaría con su pase. Incluso, durante los ocho años que lleva, despertó precisamente el interés del cuadro precordillerano y el de Universidad de Chile durante varios mercados de pases. Sin embargo, decidió continuar en la Octava Región.
En la tienda siderúrgica ha disputado 228 partidos, con 18 goles anotados, actuaciones repartidas entre torneo nacionales, Copa Sudamericana y partidos de promoción.
El sueño del título
Durante este torneo participó en 26 partidos, registrando un tanto, una asistencia, cinco tarjetas amarillas y dos rojas (una directa y otra por doble amarilla). Su desempeño ha sido clave para el esquema de Gustavo Álvarez, aportando despliegue y marca. Para el duelo ante Audax Italiano estuvo en duda hasta último minuto, por lo que hizo grandes esfuerzos para no perderse el partido que les dio el título.
“Tuve unas molestias físicas que me impedían seguir al cien por ciento, así que preferí que entrara otro compañero para que el equipo no lo sintiera”, comentó sobre el problema muscular que lo obligó a salir de la cancha a los 63′, en el épico triunfo sobre Ñublense en Chillán.
Ahí mismo, el mediocampista de 31 años se juramentó estar ante los itálicos. “Es la final y haremos todo lo posible por estar. Será una final, no hay más palabras que eso. La vamos a jugar como tal. Es una emoción muy linda. Este es un muy buen equipo y grupo, tanto jugadores como staff y el cuerpo técnico. Contento con todo, este es un trabajo en grupo. Es muy lindo y emocionante que los hinchas hayan llenado la galería, se agradece el apoyo. El viernes esperamos tener un lindo lleno en el estadio”, prometió.
Y cumplió. Fue el responsable de levantar la copa y de quedar en la historia de Huachipato.