Jornada difícil para Clemente Seguel en el cierre de sus primeros Juegos Olímpicos. El chileno necesitaba de un milagro para instalarse en la regata final de la prueba de la vela, pero las cosas no se le dieron. Firmó dos carreras con malos rendimientos y se despidió de Tokio en la posición 22. Un desenlace negativo, que lo deja sin su gran premio en Tokio, quedar como el mejor laserista chileno en unos Juegos. Le faltó escalar tres posiciones.
Fue una competencia donde lamentablemente fue bajando el nivel mediante pasaron los días. Comenzó con tremendas actuaciones, logrando la quinta plaza en la segunda regata, e ilusionando a todo el país. Pero en unos Juegos Olímpicos el nivel y la concentración tienen que ser máximos. Más en una costa complicada como la japonesa.
Lo cierto es que llegó a esta jornada final en la posición 19, necesitando de un rendimiento prácticamente perfecto para aspirar a meterse entre los primeros 10 competidores y así poder ser parte de la regata final.
Con esa presión salió al mar hoy y las cosas no se dieron. El chileno hipotecó sus chances en la primera carrera del día al quedar 18°, provocando un desazón en los fanáticos, pero sobre todo en él. Tras eso solo quedaba salir a asegurar su otro gran premio: superar la mejor marca de su antecesor, Matías del Solar.
La mejor actuación del cuatro veces olímpico fue en Atenas 2004, donde finalizó en el puesto número 23. Clemente al comenzar la décima regata estaba 19. Necesitaba solo de una carrera regular para asegurar el objetivo, pero la definición fue dramática.
El chileno dio con su peor carrera y rápidamente quedó en los puestos finales del recorrido. Cruzó la meta en la posición 31, la más baja en todos los Juegos. Pero lo que lo salvó fue la chance de ocupar el descarte reglamentario, una regla que le permite borrar su rendimiento más malo. Ese detalle fue el que le permitió a Clemente terminar 22°. A solo tres puestos del mejor registro que haya tenido un chileno en la cita de los anillos, el 19° puesto de Felipe Echenique en Atlanta 1996.
Primeros Juegos y un rendimiento más que positivo para Seguel. Tomó nota de sus errores y celebró sus victorias. Se quedó sin regata final, pero se va como uno de los mejores laseristas chileno en la cita más importante del planeta. Clemente ya piensa en París, una cita en donde seguro estará. Durante esta semana demostró tener madera para ser un olímpico.
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