La recuperación de Cobreloa alcanzaba ribetes épicos. El equipo naranja logró emparejar la lucha con Magallanes, aunque fueron los carabeleros los que celebraron el ascenso. Y luego alcanzó la final de la liguilla por el ascenso, pero cuando se acercaba a cumplir el sueño de volver a Primera División, despertó de cuajo: un 0-5 ante Copiapó echó la fiesta por la borda. En Calama intentan despertar de la pesadilla.
No ha sido un año fácil. La recuperación deportiva les permitió a los Zorros del Desierto alejar un fantasma que, de igual forma, sigue merodeando: el de la quiebra. A mediados de año, el presidente del club, Fernando Ramírez, admitió que la situación financiera del club era angustiosa. Eso sí, el plan de emergencia evitó que las apreturas llegaran al plantel y al cuerpo técnico que encabeza Emiliano Astorga. El ascenso aparecía como un verdadero tanque de oxígeno. O, más directamente, como un salvavidas. Pero no llegó. Se alejó en los últimos noventa minutos.
Un futuro incierto
Si bien el año pudo terminar en calma, la proyección de la nueva campaña vuelve a ser incierta. “Ninguna cosa va sola. Para poder funcionar bien se necesitan recursos, que se fueron consiguiendo. Eso se fue reflejando en buenos resultados. Ahora, lo ideal era tener la suerte de subir a Primera. Porque con los recursos que se manejan ahí, se podría mejorar más aún. Esto ya no fue así y hay que abocarse a lo que viene”, dice, algo resignado, el gerente técnico de los naranjas, Óscar Wirth, a El Deportivo.
El exguardameta se excusa de entrar en un análisis demasiado detallado de la situación económica. “En el manejo de los dineros yo no tengo nada que ver. Soy un trabajador más de la institución. Para tenerlo claro, habría que preguntarle al tesorero o al presidente”, sostiene. Eso sí, da cuenta de que el año terminó en calma. “Se pudo funcionar y llegar hasta el final. Se hace un esfuerzo para poder cumplir en las fechas. Eso necesita de algún manejo, de algún esfuerzo. El momento complejo no se vio reflejado en atrasos. Hay un margen que tienen. Acá se paga antes del día 15 del mes siguiente”, profundiza.
Ahora, el esfuerzo se concentrará en la conformación del nuevo plantel. Se puede partir desde algunos pilares. “Maximiliano Velazco, David Escalante, Nicolás Maturana y alguno más que tienen contratos. Quedaron firmados. Habrá que reestructurar el plantel. Eso pasa por un informe del cuerpo técnico. Hay que esperar ese informe, tener esa conversación y luego determinar donde se necesitan piezas”, sostiene Wirth.
Astorga sigue
El exgolero dice que hay una preocupación menos. “Emiliano Astorga tiene contrato hasta fines del próximo año. Hay que conversar. Tiene que llegar el momento de la conversación. Tiene que ser más rápido, porque la ANFP quiere empezar el torneo a mediados de enero”, manifiesta respecto del futuro del entrenador.
Y, luego, vuelve a enfocarse en un final dramático. “Uno piensa que puede tener desaciertos, se puede equivocar o perder, pero nunca piensa que va a suceder en el último partido, el más importante de todos. Eso no tiene contento a nadie. Es real y hay que aceptarlo, convivir con ello. Tampoco hay que darle muchas vueltas. La responsabilidad es determinar por qué fallaron las cosas en el último momento. Fue el único partido en todo el año. Ni cuando ganábamos ni cuando perdíamos yo modificaba mi forma de proceder. La gente podrá dar su opinión, pero ninguno lo esperaba. Cuando ya se produce, hay que buscar las razones y por qué lado se puede mejorar”, concluye.