Cobreloa determinó separar del plantel a la volante Nicol Áquez, quien agredió premeditadamente a su par de Coquimbo Unido Milenka Gavilán. La decisión tiene carácter de indefinida y se prolongará mientras concluya la investigación interna que busca esclarecer las motivaciones de la infracción que tiene a la capitana pirata lesionada de la rodilla izquierda, a la espera de someterse a una resonancia nuclear magnética, que determinará la gravedad de la dolencia.

La medida tiene varias motivaciones. Entre ellas, la de bajar la intensidad del conflicto, que también ha afectado al resto del plantel que dirige Joao Egaña. “Ya conversamos con Nicol. Está suspendida del plantel indefinidamente hasta que termine el proceso. Se le explicaron muchas cosas. Y también hay que aclarar muchas cosas”, explica Robinson Rosso, coordinador de la rama de fútbol femenino naranja a El Deportivo.

En las indagatorias, el club minero escuchó los descargos de Áquez. “Llegamos al acuerdo de que tampoco fue una falta de mala intención. Si hubiese sido así, la hubieran expulsado. La decisión la habría tomado el árbitro del partido”, sostiene Rosso.

La denuncia pública del acto premeditado de la jugadora de Cobreloa en contra de la de Coquimbo Unido.

El mensaje la liquidó

También hubo consenso en el origen de la controversia. “Lo que agravó todo este tema, además de la lesión, fue el comentario que hizo a través de WhatsApp y que se hizo público. Se lo hicimos saber. Fue más grave que la falta, que tenía que sancionarla el árbitro”, manifiesta el directivo.

Rosso reproduce la explicación que les dio Áquez. “El comentario fue en caliente, porque había sido un partido duro, pero en ningún momento hubo mala intención. El mensaje es parte de una conversación entre amigas, que lamentablemente se filtró por todos lados”, especifica.

Conversamos sobre el tema del Whatsapp. Nicol que nunca quiso expresar lo que se lee. Hay veces que pasa, pero le dije que lamentablemente puso era que quería lesionarla. Y que eso generó todo el revuelo”, amplía.

La jugadora minera explicó, en el marco de la investigación, su real motivación. “Ella dice que conversó con gente amiga que tiene en Coquimbo para pedir referencias de sus jugadoras y de quien tenía que marcar. Le dijeron que siguiera a Gavilán, porque era buena, pero no tenía el ánimo de lesionarla. Lo que buscaba era anularla. Ella expresa que no fue malintencionada ni mala leche. Dice que la jugada no fue fuerte, no fue un planchazo ni mucho menos”, dice Rosso.

El club calameño está a la espera, también de las acciones que pueda emprender Coquimbo Unido. “No sabemos si pedirá sanciones”, agrega. Y revela que Áquez evalúa mostrar su arrepentimiento. “Está dispuesta a ofrecer disculpas públicas, si se lo piden”, concluye.

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