El colista del maratón

Aunque el Maratón de Santiago conoce a sus ganadores poco después de dos horas de carrera por las calles, el certamen es mucho más que sus ganadores y el grupo de avanzada. Porque entre los colistas también hay espíritu deportivo. Como el de Enrique Bustamante, el último de 4.618 maratonistas a completar la edición de este año, con un tiempo de 6.13'00".

El contador auditor de 46 años ha participado de cinco maratones desde 2014, e incluso corrió el Maratón de Viña del Mar y de Santiago en 2016. No muchos son los que aguantan el cansancio de una carrera de 42k, y menos son aquellos aficionados del fondismo que se atreven a eso.

Y a pesar de la posibilidad de terminar en último lugar, como ya le pasó antes, a Bustamante no le importa. Porque, para él, lo que vale la pena es buscar superarse a sí mismo en cada carrera.

"Yo camino harto y trotaba, así que pensé: '¿por qué no? A lo mejor puedo hacerlo'", recuerda. "Y mi intención principal es lograr un tiempo bajo las seis horas, aunque aún no he podido hacerlo, y siempre terminar la carrera. Yo digo, 'Soy último pero hay gente que igual se retira'", agrega el aficionado, cuyo mejor tiempo es de alrededor de 6.09'00".

"Yo tengo una especie de chip porque, si paso los 10 kilómetros, significa que puedo llegar a la meta. Me mentalizo y digo, 'estoy listo, como sea llego a la meta'".

La suya es una de las típicas historias de la pura entretención de superarse a sí mismo, desviando el pensamiento de la competencia con los otros a una particular sensación que describe así: "Tengo a Santiago sólo para mí".