Audax Corinthians se proclamó campeón de la Copa Libertadores 2017 de fútbol femenino tras derrotar en la tanda de penales a Colo Colo, que resistió de pie hasta la muerte súbita y se quedó a las puertas de lograr su segunda corona.
Salió a buscar Colo Colo al conjunto brasileño a campo contrario durante los compases iniciales del partido, pero el ejercicio de presión con el que las pupilas de Carlos Véliz trataron de asfixiar la salida de balón por parte de Audax Corinthians apenas duró 15 minutos, los que tardó la habilidosa Kerolin Israel en descoser por primera vez a Leyton por su costado.
La futbolista brasileña, un verdadero puñal por el perfil derecho del ataque, supo transformar su exuberancia física y su poderosa zancada en una amenaza constante. Habilitó a Raquel Fernandes en boca de gol hasta en dos ocasiones, antes de que Karen Araya, a los 19 minutos, dejase temblando el travesaño de la meta de Lelé con un formidable derechazo desde 30 metros.
La centrocampista alba, a cuyo criterio y despliegue físico se encomendó Colo Colo para tratar de inquietar al contragolpe a Audax Corinthians, fue sin lugar a dudas la mejor jugadora de la escuadra chilena sobre la cancha. También, aunque en menor medida, consiguió sumar en la medular la capitana Claudia Soto, multiplicándose en labores defensivas. Una fantástica acción individual de Raquel Fernandes hacia el ecuador del primer acto (con autopase incluido a Rocío Soto) obligó a lucirse a la arquera Armijo, que sostuvo a las albas en el encuentro con un rapidísimo achique. Dos minutos más tarde, y al filo ya del entretiempo, la omnipresente Kerolin (a la que sólo le faltó el gol) se topó con el travesaño. Superadas las discípulas de Véliz desde lo futbolístico y también desde lo físico por el incansable cuadro paulista, se alcanzó el tiempo de descanso.
No cambió el guion del encuentro durante la segunda parte. Audax Corinthians continuó llevando la iniciativa. Y dilapidando ocasiones claras. En parte por el acierto de Armijo, en parte por la falta de puntería de Grazi. Les faltaron piernas y un punto de ambición a las jugadoras albas en la recta final del partido. Véliz envió a la cancha a Quezada buscando soluciones ofensivas, ubicándola como acompañante de una desdibujada Huenteo, a la que Colo Colo echó demasiado en falta sobre el césped del Arsenio Erico.
Pero no era definitivamente la noche del equipo albo, que ni jugando en superioridad numérica los instantes finales (tras la caprichosa y justa expulsión de Fernandes por una patada desde el césped a Camila Sáez) consiguió morir matando. Y la final tuvo que decidirse entonces desde los doce pasos. Carina Fernandes erró el primer lanzamiento para las brasileñas y Colo Colo se puso en ventaja, pero Claudia Soto dilapidó también el suyo alargando el desenlace a la muerte súbita. Una instancia en que ni la brasileña Yasmin ni la chilena Sáez consiguieron encontrar el camino del arco, dejando toda la responsabilidad en los botines de Rocío Soto, quien malogró la última pena máxima dando el título a Audax Corinthians.